jueves, 22 de mayo de 2014

LA HORA DE LA VERDAD


La tarde noche del próximo sábado 24 de mayo, Atlético y Real Madrid encararán el partido más importante de la temporada, la final de la Champions League

Antonio Blanca

Se acerca el momento decisivo, en el que quién más lo quiera, quién más apueste por llegar a la meta cueste lo que cueste sin mirar atrás y no titubear logrará firmar un pacto con la Historia. El partido que decide si una temporada es histórica o si es una más. De ser el primer entrenador en llevar una “Orejuda” al Manzanares, o ser el técnico que logra la ansiada Décima.

El Atlético de Madrid se ha quitado una importante cuota de presión al ganar la Liga y sobre todo del modo en que la conquistó, sufriendo y remando contra todo tipo de adversidades en el Camp Nou ni más ni menos. Es cierto que la oportunidad de la Copa de Europa es histórica y muy difícil de repetir, pero aún perdiéndola, sus aficionados estarían muy satisfechos a nivel general. La pega es que si la pierden, es ante el eterno rival, y podrían volver los fantasmas del pasado. Si la ganan, serán eternos y siempre podrán jactarse de su vecino.

En cambio, en el Real Madrid la presión es más alta. Aunque ya ganaron la Copa del Rey ante el Barcelona, los aficionados blancos son mucho más exigentes. Después de lo mal que se ha resuelto la Liga para los madridistas, tirándola por la borda en un ejercicio rayano entre el desdén y la desidia, la Liga de Campeones es sin duda la única opción de pasar de una temporada decente a una sensacional campaña.

El sábado en Lisboa habrá que estar atentos para ver si finalmente juegan los lesionados. Todo hace indicar que Diego Costa será baja para la final salvo que la homeópata serbia haya obrado el milagro, pero tanto Cristiano como Benzema, o Arda Turan podrán estar. El caso más dudoso en los blancos es el del defensa Pepe, cuyo sustituto sería Raphael Varane y si finalmente Benzema no llegara, sería suplido por Isco. Por Diego Costa en principio jugaría Raúl García, aunque también se barajan las opciones de Adrián o Diego Ribas.

El Real Madrid llegará más descansado a la final después de haberse dejado ir en la Liga, mientras que los colchoneros vienen de un desgaste físico más grande, aunque mentalmente han salido muy reforzados. En una final siempre se da el máximo, y más cuando se trata de la Liga de Campeones. Todo el planeta estará pendiente de los jugadores que salten al verde de Da Luz, por lo que sin duda habrá un espectáculo tremendo.

Y aún queda una incógnita por resolver. Se trata de Iker Casillas. El Atlético de Madrid jamás ha ganado al equipo blanco con el mostoleño en frente. Salvo lesión de última hora, Casillas jugará el partido, por lo que los rojiblancos deberán traspasar también esa barrera mental para lograr el mayor título de su historia. Los madridistas, se aferran a que su capitán prolongue la racha en el que podría ser el último partido con la zamarra merengue del capitán.

Un partido que puede acabar siendo un sueño o una pesadilla. Nadie quiere perder el partido, pero todos quieren ganarlo. El que pierda será el hazmerreír de su vecino durante décadas, pero el que gane siempre tendrá ese gran recuerdo con el que desesperar a sus rivales. Da Luz dictará sentencia, sábado 24 de mayo a las 20.45 horas.