domingo, 31 de mayo de 2015

CON LA COPA CAMINO AL TRIPLETE

Jordi Grimau

La pugna por el trofeo, el tramo final y último peldaño del recorrido que arrancó en septiembre, trajo a la escena principal el clásico copero. El Barça-Athletic de este sábado ofrecía varias incógnitas relativas a la altura de calendario, relevancia otorgada a este envite e, incluso, ese pliegue folclórico transformado en costumbre que sobreviene cuando el himno nacional resuena. Este último apartado resultó el primer punto en resolverse: los 10.000 silbatos repartidos por organizaciones independentistas cultivó la reproducción de los episodios registrados en 2009 y 2012. En lo relativo a las otras dos variables a despejar, quedarían los 90 minutos como pentagrama interpretativo. La presunta divergencia en motivación del Barça con la final de Champions a una semana y el cansancio de ambas plantillas, a análisis.

Ernesto Valverde no dudó en implementar la versión que ha confluido en el tramo final sobresaliente del bloque vasco. La inercia energética y purificación del estilo anatómico de robo, salida y juego áereo debía desplegarse ante el juego de posesión y líneas de pase verticales del coloso a enfrentar. De este modo, los leones apostaron por solidificar su cohesión entre líneas y capacidad de amenaza en transición. San José acompañaba a la creatividad de Beñat -lanzador privilegiado de contras recuperado para la causa- con Iraola más empeñado en el tapón defensivo que Mikel Rico, en los extremos. Aduriz y la movilidad de Williams coronaban el sistema de esfuerzo y espera astuta. Tan sólo la inclusión de Bustinza en el lateral izquierdo desentonaba de la armonía usual. Herrerín debía apoyar la labor de repliegue de la red de solidaridad expuesta por el técnico extremeño.

Luis Enrique, por su parte, mostró coherencia con su mensaje previo: "yo no preparo dos finales, preparo una". Es decir, no se dibujaba hueco para la especulación. Así lo refrendó desde su apuesta inicial. El refrescante campeón de Liga asaltaría su doblete con la estructura, remaches y nombres prototípicos del ascenso a la leyenda que está rematando el Barcelona en este epílogo del primer año de la era del preparador asturiano. Messi, Neymar y Suárez volvían a formar el tridente asociativo, desequilibrante y venenoso que ha catapultado la candidatura blaugrana. Por detrás, Rakitic e Iniesta se repartirían labores de repliegue y alimentación de la fluidez, con Busquets como ancla equilibradora de la ambición ofensiva de Alba y Alves. Piqué-Mascherano recuperaba su categoría de preeminente con Ter Stegen, en fase de despegue, bajo palos. La esencia significaba la relevancia del rendimiento propio por encima de cualquier variante ajena. Si la pelota circulaba con ardor, la verticalidad de los extremos del tridente permanecían tan afilados como de costumbre y la implicación tras pérdida seguía rebosante, no se esbozaba problema en el horizonte para alzar la Copa.

Pero empezó el Athletic reclamando la palabra en la conversación. Los vizcaínos igualaron la trascendencia de la calidad del oponente con la intensidad y valentía en la presión. La pelota no circulaba con la claridad prototípica de los culés gracias a la capacidad táctica de un Bilbao mejor plantando que el bloque local. Además, las contras generadas a través del robo o imprecisión rival disparaban a un Mikel Rico destinado a llegar al balcón del área, con Aduriz y Williams como diana de los balones aéreos, una de las facetas en las que los visitante podían morder al Barça. La pulsión competitiva jugaba una mala pasada al favorito, que, antes de descubrirse disputando el duelo ya había suspirado por un error de Stegen en la salida de pelota producto del despliegue estratégico bilbaino.

Se quemaron los primeros diez minutos con un desenlace que susurraba el verdadero escenario de la confrontación: Messi, con el espacio vital trompicado por la ayudas en banda, se deshacía de sus marcadores encontrando en el segundo poste la volea de terciopelo de Neymar. Todo un golazo en el nueve de juego anulado por un presunto fuera de juego del carioca. Parecería que este fogonazo desperezaba a la fiera argentina al tiempo que sus compañeros de centro del campo empezaban a descifrar los caminos para asociarse con mayor naturalidad. Acto y seguido Suárez prosiguió la pintura marrando un mano a mano ante la salida de Herrerín y tras el fino pase filtrado por Rakitic.


El cuero y su circulación se tenían de azulgrana para provocar la cesión de metros y encierro del Athletic, mutilado de la opción de representar amenaza a la contra. Esta tesitura, profundizada por la posición, pegada a la cal de Messi y Neymar, anunciaba la disolución por acoso de la red de seguridad vasca. Gana en confianza el club catalán, elevando los decibelios de la intensidad, mientras el 10 leía su contexto en el mar de ayudas rivales que trataban de anestesiar su clase.

Sin embargo, en el 19 se desató el enésimo intervalo exquisito de talento individual. Un ejercicio de sublimación solitaria que provocaba la explosión colectiva que estiraría su onda hasta el intermedio. Recibió Messi la pelota en la banda derecha de la medular. Perseguido por Rico, Beñat y Balenziaga, eficaces ejecutores del movimiento ideado por Valverde, encuentra pasillos en su conducción frenética para acceder al pico del área. En este punto del slalom frenó para volver a acelerar y sacar de eje a Laporte. El resto de esta pincelada excelsa fue un latigazo a la cepa del primer palo. Una expresión soberbia del liderazgo del argentino en este y cualquier partido del Barcelona.

Con la lata abierta de par en par y los niveles de seguridad en valores antagónicos, se desató el huracán blaugrana: Messi robó en la salida de Balenziaga, detectó el desmarque de Suárez, que centró al punto de penalti con la zaga vasca descolocada pero Herrerin tapó el remate de Neymar in extremis -minuto 25-; despejó también el remate de Piqué en falta lateral -minuto 26-; Neymar controló con seda un envío de Alves para encontrar el lateral de la red con su disparo -minuto 27-; y Suárez no remató por poco un centro de Alba tras el cambio de juego sobresaliente de Messi -minuto 30-.

Herrerín había salvado a los suyos, que despertaron del shock, o lo intentaron, adelantando líneas para tratar de volver a incomodar el dulzor de la exhibición catalana. No hubo resultado. Rakitic trazó una combinación en la frontal con Messi con la defensa vizcaína desordenada. El croata encontró a Suárez que, de nuevo, buscó a Neymar en el segundo palo. En esta ocasión no llegó Herrerín y el 2-0 se alzó, a placer, en el marcador del coliseo barcelonés. Un gol que superó el récord del tridente madridista Ronaldo-Higuaín-Benzema (118 goles) en favor de los puntas barceloneses. Se culminaba otro ascenso en la exigencia de la excelencia combinativa blaugrana en el 36.

Tardó en reaccionar a este nuevo golpe el Athletic y el Barça rebajó revoluciones. Descendió tanto la tensión de los pupilos de Lucho que de un fallo de concentración pudo nacer el regreso competitivo de los visitantes. Alba firmó una peligrosa pérdida por indolencia en la salida de pelota. Robó San José, que puso en vuelo la carrera de Williams. El joven punta encañonó una volea que se estrelló en el larguero en el 40. La mejor y única opción clara rojiblanca.

Hubo tiempo antes del decreto del descanso para que Herrerín volara para sacar la falta directa ajustada al travesaño botada desde media distancia por Messi y para comprobar en la práctica el lamento y desorientación vascas. Valverde confesaba en voz alta "no sale nada, nada" y Balenziaga acabó efectuando un añejo marcaje al hombre al argentino en toda la cancha. Todo un homenaje al cariz clásico de este partido y una muestra de desconcierto y entrega a la superioridad del 10 que había roto el duelo. Los datos remarcaban el amplio dominio emocional y estadístico barcelonés: la posesión se repartía en relación de 76 a 24 por ciento y los intentos entre palos reflejaban un siete a dos.

Buscó la reacción desde el prisma de la gallardía el txingurri. El segundo acto abrió fuego sin oportunidades de remate entre los tres palos pero con el envite más equilibrado. El Bilbao se entregaba a la valentía en busca de la remontada, robando metros y comodidad terrenal al Barça, atreviéndose a eludir el encierro a través del fisico y la salida. Subía líneas e intensidad pero tan sólo cosechó saques de esquina inocuos. Parecía aprovechar el descenso de concentración catalana, pero los locales apostaban entonces por guardar la pelota y congelar el tempo de partido para sentenciar la final, en primer término y guardar fuerzas, en última instancia.

Se disparaba la competencia hacia su epílogo con los pupilos de Luis Enrique cómodos en el achique para explotar a la contra. La primitiva combinación bilbaína no inquietaba. Empezó a abrir el capítulo de rotaciones el técnico asturiano sacando de escena a Iniesta para dar entrada a Xavi. Las molestias del manchego aceleraron el proceso. Susaeta entraba por Iraola -último partido con el Athletic- para apostar por la velocidad ofensiva del extremo en lugar del lateral convertido en carrilero. Valverde todavía creía en la oquedad que abriría marcar y apretar el marcador. Sólo una acción individual de Neymar culminada lejos de la meta de Herrerín figuraba en el balance hasta el 70 de partido.

Tres minutos más tarde emergió un Messi con freno de mano en el segundo acto para sentenciar el duelo. Un fallo de concentración de la zaga vasca allanó el terreno para un Alves que desbordó y centró para que el argentino rematara en el primer poste sin oposición. El ritmo de juego permanecía controlado por el Barça que redondeaba su doblete con calma y brillo repartidos por ambos tiempos.

Hasta el pitido final se desarrolló el carrusel de cambios -Mathieu por Alba, Pedro por Suárez, Ibai por un intrascendente Beñat e Iturraspe por Mikel Rico- y el astuto remate con peinada de un centro lateral de Williams, que firmó el 3-1 en el 79, abrió espacio para la demostración de actitud vasca en el tramo final. Ibai y San José mandaron a las nubes sendos balones sueltos en la frontal en pleno arreón vasco. Una muestra de orgullo postrero sin resultado pero aliñado de valía competitiva reconocible en la sangre que brota de este club. Y Xavi puso el punto y final elegante con una falta frontal que rozó la red en su legendaria despedida del coliseo condal antes de que se ensuciara un partido de guante blanco por el estilo relamido en dribbling de Neymar y la reacción rival en ese momento y resultado.

Vigésimo séptima Copa del Rey para un Barcelona que presenta una dirección encendida hacia la final de Berlín. La calidad salpicada de compromiso se impuso para cerrar el duelo en 36 minutos para paladares exquisitos. Nada pudo hacer el bloque vasco, impotente, como en sus dos últimas contiendas ante el gigante catalán. La batalla continental espera en el mejor punto de cocción física y emotiva de la temporada.

jueves, 28 de mayo de 2015

LA FIFA NOSTRA


Con la Fiscal general de los Estados Unidos, una demanda de extradición y el trabajo del FBI, el escándalo de la corrupción sacude a la FIFA, algo que no extraña a casi nadie

Antonio Blanca

Prácticas mafiosas son las que envuelven a la FIFA tras el arresto ayer miércoles en Suiza de siete de sus más altos cargos acusados de corrupción, en lo que está siendo la primera investigación seria y de rigor en torno a la corrupción en el fútbol. Esta vez la intervención del FBI y de la Justicia de Estados Unidos amenaza con dar un duro castigo a la federación mundial de fútbol. La Fiscal General de Estados Unidos, Loretta Lynch, declaró que el Departamento de Justicia norteamericano "está decidido a acabar con la corrupción en el mundo del fútbol" en una conferencia en la que cargó contra los dirigentes de la FIFA acusados de corrupción, como informa The New york Times

La Fiscal Lynch es la misma que castigó a seis de los más grandes bancos del mundo por manipular el precio de las divisas y los tipos de interés. Y así se refiere a los máximos dirigentes del fútbol: "Ellos corrompieron los negocios del fútbol a nivel mundial para servir a sus intereses y para enriquecerse". Y pidió a los países que ayuden a la investigación. "Aplaudiremos la colaboración de socios de todo el mundo para arrestar a más implicados".

Tal como lo hizo con la banca, la señora Lynch tiene la sartén por el mango y numerosa información que aún no se da a conocer para ayudar a atrapar a más responsables de un nivel de mafia y corrupción que ha sido comparado a la Cosa Nostra de Italia o los cárteles de la droga mexicanos. Son más de dos décadas de investigación con cinco años de grabaciones captadas por micrófonos ocultos de reuniones y conversaciones telefónicas que están siendo investigadas. Así es como se sabe que Jack Warner, miembro del comité de Trinidad y Tobago, recibió 10 millones de dólares el año 2004 por aprobar la candidatura de Sudáfrica para el Mundial de 2010. Su voto fue el que decidió la sede.

La corrupción en el fútbol se arrastra durante décadas, señalaron ayer miércoles los funcionarios estadounidenses, que han vigilado todos los movimientos sospechosos que los dirigentes de la FIFA han realizado en el sistema financiero. Depósitos de 10 o 20 millones de dólares que no han sido declarados y han evadido todo tipo de impuestos están hoy en la mira de la Fiscal Loretta Lynch, que supervisó la investigación desde sus primeras etapas cuando era el abogado del Distrito Este de Nueva York, hace más de quince años.

"Estos individuos han participado en sobornos para decidir dónde se jugarán los partidos de fútbol y quien los televisará en todo el mundo"- afirma la Fiscal- "Ellos hicieron ésto año tras año, torneo tras torneo".

La justicia estadounidense argumenta que los delitos cometidos por los altos cargos de la FIFA fueron pactados y planeados en territorio norteamericano y que los pagos de sobornos millonarios se realizaron mediante bancos de Estados Unidos. Esta es una lista de los principales funcionarios y ejecutivos de la FIFA atrapados por la investigación de 20 años realizada por Loretta Lynch.

Dos vicepresidentes de la FIFA, el uruguayo Eugenio Figueredo y Jeffrey Webb, de las islas Caimán, así como el ex presidente de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz, figuran entre los acusados ante el tribunal de Nueva York por "organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero", entre otros. Y no cabe duda que en los próximos días se darán a conocer nuevos nombres de esta oscura trama que enturbia al mundo del fútbol.

LA LIGA EUROPA TIENE UN COLOR ESPECIAL

José Antonio Moya

La idílica relación del Sevilla con la Europa League será recordada con el paso del tiempo. El club hispalense parecía saciado tras levantar su tercera copa en Turín pero el premio de este año era demasiado pintón como para hacerle un gesto feo. Tirando de coherencia, la UEFA ha dado un billete de Champions League al ganador de este año y el equipo que más se asemeja a un club de Copa de Europa es un Sevilla que entró en la historia del fútbol tras ganar su cuarta Europa League en cuatro años gracias a un tanto de Bacca cuando el aroma a prórroga pululaba en el ambiente.

Los galones de general después de tres grandes victorias le daban al Sevilla la autoría suficiente como para ser protagonista. Ya no quedaba ni rastro de aquel equipo imberbe que llegó a Eindhoven hace nueve años. Hoy el Sevilla es un equipo con hechuras que se puede mirar en el espejo y llamar grande así mismo. Con esa osadía salió al campo y dominó haciendo un buen fútbol hasta que Kalinic metió miedo en un contra tras una mala basculación defensiva. Matheus templó desde la derecha y el delantero croata adelantó a los ucranianos tras un remate de cabeza que Sergio Rico no pudo atajar.

Pese al tanto del Dnipro, el Sevilla siguió siendo fiel a sus principios. Asociaciones rápidas con Banega, designado MVP de la final, de referente y llegar lo más rápido posible al área rival gracias a la buena armonía en banda representada por Vitolo y Aleix Vidal, que volvió a crear superioridades con asiduidad en fase ofensiva desde el lateral derecho. Las ocasiones hispalenses desembocaban en la nada hasta que Krychowiak, otro de los grandes descubrimientos de Monchi, engatillaba un balón que había quedado muerto dentro del área. Gol y alegría sevillista. El polaco tocó la copa pero eso no importó porque no era noche para viejos tópicos. El Sevilla quería ser rey y el segundo se vislumbraba en el horizonte.

Y éste llegó tres minutos más tarde. Porque Reyes tenía la ardua afrenta de despedirse por la puerta grande como buen torero que es. El sevillano, que estaba siendo de los mejores del cuadro sevillista, sacó el capote y dibujó un pase de tiralíneas de dos orejas y rabo. El centrocampista vio el desmarque de Bacca y le sirvió un balón de gol para que el colombiano sólo tuviera que batir al portero rival con un quiebro de los que acostumbra. Era el gol de la justicia. Había pasado una media hora frenética de un partido que ganó en estatus cuando Rotan transformó magistralmente una falta para hacer el empate a falta de tres minutos para el final de la primera parte. El tanto ucraniano fue un jarro de agua fría para los de Emery pero enarboló la tensión en una final de las mejores que se recuerdan.

El gol de Rotan creó desconfianza a un Sevilla que siguió intentándolo durante la primera mitad pero sin perder los estribos. El primer tanto de Kalinic aún estaba en la mente del técnico vasco. No perdamos en un minuto lo ganado durante 14 partidos. Porque una de las grandes virtudes de este Sevilla de Unai Emery es esa capacidad para saber sufrir cuando los partidos exigen bravía. Eso está en el haber de un tecnicó vasco que prescindió de Reyes e insufló aire a un equipo que siguió generando ocasiones de peligro con asiduidad, sobre todo a balón parado, principal virtud de los equipos de un entrenador que siempre se caracterizó por darle gran parte de importancia a las jugadas de estrategia.

Cuando el aroma a prórroga pululaba en el ambiente, Carlos Bacca recibió un balon dentro del área. Era una oportunidad inmejorable. Ahí el tiempo se paró, el colombiano miró a Boyko y definió de forma divina para situar al Sevilla en el olimpo de los dioses. Cuatro trofeos en nueve años le han abierto las puertas del cielo. El Sevilla es el nuevo rey de Europa.

miércoles, 27 de mayo de 2015

SEVILLA VA A POR LA CUARTA

José Antonio Moya

El Sevilla tratará este miércoles de continuar con su impoluta estadística en finales de la Europa League levantando su cuarto título en el Estadio Nacional de Varsovia -20.45 horas/Cuatro-, donde el sorprendente Dnipro ucraniano pondrá a prueba el claro favoritismo de los de Unai Emery, vigentes campeones de la competición, que tratarán de repetir reinado para agrandar su palmarés y llevarse el premio doble de disputar la Liga de Campeones. Los hispalenses llegan como claros favoritos ante un conjunto que afronta la primera final continental de su historia.

Más de 7.000 aficionados nervionenses se darán cita con su equipo en la capital polaca, acostumbrados a que las finales acaban con buen sabor de boca y con la esperanza de encadenar dos trofeos como en 2006 y 2007, una exigencia que en esta ocasión llevará incluido un regalo muy preciado como el pasaporte a la ‘Champions’, reclamo de la UEFA para hacer aún más atractiva su segunda competición.

76 puntos no fueron suficientes para que el Sánchez Pizjuán se asegurase ver la máxima competición la próxima temporada, ya que su trabajada victoria en La Rosaleda ante el Málaga (2-3) resultó inservible por el triunfo el idéntico resultado del Valencia en su visita al Almería, algo que supone un aliciente extra para ganar en Varsovia y superar así a ‘gigantes’ continentales como Inter, Juventus y Liverpool.

El equipo de Unai Emery se ha ganado que le otorguen un siempre peligroso cartel de favorito, imposible de eludir, pero unido también a la condición de equipo casi invicto, ya que solo ha sufrido una derrota en la competición este curso, el 2-0 ante el Feyenoord en la fase de grupos.

Y, por si fuera poco, codearse con el mejor Sevilla de la historia será el objetivo de los Bacca, Vitolo, Aleix Vidal y compañía, que quieren igualar a otros jugadores que forman parte de la historia sevillista como Kanouté, Palop, Navas o Luis Fabiano.

Sin embargo, el once titular de Unai Emery para la cita vuelve a no estar nada claro, aunque dichas dudas no se ven con malos ojos dado el altísimo nivel de la totalidad de la plantilla, algo que ha hecho que el técnico vasco llegue a sonar incluso como futurible del banquillo del Real Madrid.

De momento, todo hace indicar que las molestias en el hombro de Beto, héroe en Turín, harán que la portería recaiga sobre el joven Sergio Rico, que tan buen desempeño ha dado esta temporada y que incluso ha sido llamado por Vicente del Bosque.

En defensa, la duda puede estar en la posición de Aleix Vidal y si jugará en el lateral derecho para dotar de mayor poder ofensivo o Emery optará por Coke, mientras que Carriço y Kolo compondrán el centro de la zaga, con Trémoulinas por la izquierda.

La posición del tarraconense también afecta al centro del campo porque su titularidad, en una u otra posición, es indiscutible dado su estado de forma. El capitán Reyes parece fijo como en casi toda la competición y el preparador vasco podría prescindir de físico metiendo a Ever Banega y Krychowiak y quitando del once a Mbia, con Vitolo y el goleador Carlos Bacca como puntales para derribar una zaga muy sólida.

En Varsovia el Sevilla se encontrará en frente a un equipo que es más de lo que parece, ya que con su vestido de ‘Cenicienta’ ha sido capaz de derrocar a rivales como Olympiacos (2-0 y 2-2), Ajax (0-1 y 2-1), Brujas (0-0 y 0-1) y Nápoles (1-1 y 0-1) por la mínima, tras aguantar las embestidas del rival y ser tremendamente certero.

Y es que los ucranianos saben desenvolverse con todo en contra, abstrayéndose del ambiente que provoca el conflicto de su país para plantarse en la capital polaca después de 18 partidos en su camino, que comenzó en la tercera fase de clasificación para la Europa League.

Myron Markevych es el director de un conjunto aplicado, en el que destacan jugadores como Rotan, Konopljanka o Kalinic, y que cumple a la perfección su pizarra, que hace que las opciones de uno y otro se igualen en el césped, lo que les ha hecho necesitar la mitad de goles que el Sevilla (13 por 26 tantos) para alcanzar la final.

Con estos mimbres, el Dnipro quiere convertirse en el primer equipo extranjero que consigue derrotar a un equipo español en la final de la Europa League para ser el tercer equipo ucraniano con un trofeo continental en su vitrina, igualando al Dinamo de Kiev (Recopas 1975 y 1986) y Shakhtar Donetsk (UEFA 2009).

martes, 26 de mayo de 2015

ARRIVEDERCI CARLO

Carlos de Blas

Hastiado del frenesí y la revolución generada por José Mourinho en todos los ámbitos, Florentino Pérez, con todo el dolor del mundo, decidió prescindir de José Mourinho y llamar al teléfono de un Carlo Ancelotti que había sido objeto de su devoción años antes. El técnico italiano aunaba todas las características que proclamaba el presidente: un ganador que había jugado en un grande y que tenía grandes dotes para administrar los egos de una plantilla que había declarado la guerra a Mourinho.

Se le catalogó como 'pacificador' desde el primer día, pero el italiano se quitó los cliches e inculcó un sistema de juego ofensivo basado en la posesión pero sin hacer ascos al arte de correr que había elevado Mourinho a la máxima potencia. Ancelotti buscó esa dualidad para perder la previsibilidad de un equipo que perecía cuando era necesario atacar en estático. 

El técnico italiano hizo un canto al fútbol espectáculo nada más poner pie en tierra el 26 de junio de 2013. "El Real Madrid tiene que jugar un fútbol espectacular", dijo. Y el Madrid gustó y ganó. El ex técnico, que ya había ganado dos Champions con el Milan, logró cuatro títulos en sus primeros 15 meses como técnico madridista y el aroma de una posible renovación ya se respiraba en el ambiente. Pero el Real Madrid está condenado a la excelencia y enfrentarse a un año sin conquistar Liga, Copa y Champions es demasiada osadía aunque llegara a la semifinal de la Champions y llegara al campeonato doméstico con opciones hasta la penúltima jornada.

Antes de conquistar la Décima Copa de Europa en el último minuto y la Copa del Rey en la final ante el Barcelona, el técnico italiano tuvo el primer examen donde demostró que tener mano izquierda no es algo repudiable. La llegada de Bale enervó a un Di María que llegó a enfrentarse a un Bernabéu que le condenó por llevarse los manos a los genitales. Ante tal situación, el italiano le dio galones al argentino como volante para que este se convirtiera en el jugador imprevisible capaz de sobreponerse a cualquier ataque estático. El resto ya se sabe: el argentino anotó en la final de la Copa del Rey y fue el mejor hombre en la final de Champions League.

Tras la consecución del doblete Florentino decidió prescindir del argentino y nuevos jugadores llegaron con el objetivo de aumentar las prestaciones del equipo. Otra vez, Ancelotti tuvo que esmerarse para recolocar las piezas del puzzle. Ese quizá ha sido la principal virtud del italiano, saber adaptarse a las exigencias de arriba y adaptar a jugadores a posiciones desconocidas para ellos. Caso de Kroos, James, Bale o Isco, por ejemplo.

El Real Madrid, durante dos años, ha sido un equipo que ha ido de más a menos en la competición. Durante la pasada temporada llegó como líder en Liga y acabó dinamitando sus opciones en el mes de marzo y esta temporada ha ocurrido algo similar después de conseguir el récord de las 22 victorias donde el conjunto blanco se ganó la admiración del mundo entero. 

El Real Madrid también sufrió dos 'pinchazos' consecutivos la temporada pasada en marzo, ante Barcelona (3-4) y Sevilla (2-1). Pasó de ser líder a quedarse como tercer candidato al título. De contar con 70 puntos y estar 3 por encima del Atlético y 4 del Barça, pasó a estar 3 por debajo del Atlético y 2 del Barça. Este año el equipo blanco ha vuelto a tropezar con la misma piedra en marzo. Antes del partido ante el Villarreal, estaba a 4 puntos del Barcelona y tras la derrota en San Mamés, el Barcelona le rebasó tras ganar al Rayo Vallecano en casa. 

Uno de los pecados de Ancelotti ha sido el de haber creado un sistema obsoleto de rotaciones que ha fundido a los jugadores más importantes de la plantilla. El Real Madrid ha visto que la preparación física de su cuerpo técnico encabezado por Giovanni Mauri no ha sido la adecuada por la acumulación de minutos que se han traducido en numerosas lesiones.

En la presente temporada Kroos es el que más ha jugado con 54 partidos y 4.684 minutos y sus suplentes Illarramendi (41 partidos y 1.846 minutos) y Lucas Silva (9 partidos y 454 minutos) no han sido jugadores a tener en cuenta para el técnico. Ocurre lo mismo en el caso del lateral izquierdo donde Marcelo ha disputado 4.255 minutos, Nacho sólo 1.088 minutos mientras que Coentrao 1.036 minutos. Vamos con Carvajal: 42 partidos y 3.475 minutos por los 34 de Arbeloa y 1.976 minutos.

Además de Kroos, hay otros dos jugadores que superan los cincuenta encuentros. Son Cristiano Ronaldo (54 partidos y 4.828 minutos) e Isco (53 encuentros y 3.899 minutos). Bale está en 48 partidos y 4.200 minutos y Benzema en 46 con 3.747 minutos. Contrasta con Chicharito (33 partidos y 1.451 minutos) y Jesé (23 partidos y sólo 724 minutos). Modric sólo ha podido jugar 25 partidos y 2.047 minutos.

Los números de Ancelotti como entrenador blanco son encomiables. En 117 partidos, su Real Madrid consiguió 87 victorias y anotó 316 goles pero no dio el nivel ante los grandes en Liga. Bajo sus órdenes, el conjunto blanco ha conseguido tan solo siete victorias en 22 partidos ante Barcelona, Valencia y Atlético. Ante estos tres equipos sólo ha conseguido 9 puntos de 36 posibles. 

Durante la época en la que el champán corrió por el vestuario blanco todos los jugadores, al unísono, hicieron un canto a la gran labor de Ancelotti para darle el mérito al entrenador que cuenta con todo el respaldo de la plantilla. Cristiano Ronaldo subió una foto a una red social dejando claro que esperaba estar junto al italiano la próxima temporada. El último en saltar a la palestra para elogiar al preparador ha sido Luka Modric al afirmar que "Ancelotti es el técnico adecuado para el Real Madrid".

Florentino y la dirección deportiva blanca no consideran lo mismo. Ganar la Décima no ha sido suficiente para Ancelotti. El próximo entrenador del Real Madrid estará sometido a un alto grado de exigencia.

lunes, 25 de mayo de 2015

FINAL DE LA PARTIDA


Tras un sábado de emociones y sobresaltos todo quedó como estaba antes de iniciarse la última jornada de Liga en Primera división

Antonio Blanca

La trigésimo octava se jugó de modo íntegro el sábado 23 de mayo, tal vez porque el domingo fue electoral y el mono borracho no quiso montar un lío para tan importante fecha, curiosamente 24 de mayo, hace exactamente un año el Real Madrid vivía su sueño, a día de hoy la duda le corroe. Se acabó el curso y es hora de las notas, de los aprobados y de los suspensos, de pasar facturas y de recibir loas. Así, los más flagrantes suspensos son los del Córdoba, tras una temporada ridícula y penosa, inmerecida para una afición que ha estado mil veces por encima de un equipo que no ha valido ni para tributarles una sola victoria en la segunda vuelta. Los otros dos que caen a la Adelante y suspenden son el Almería, que lo intentó hasta el final, ungido por la posibilidad de que el TAS/CAS les de los tres puntos que injustamente FIFA les birló, olvidando que lo importante era ganar en los partidos que les quedaban y finalmente el Éibar, que en enero era el conjunto revelación y hoy en mayo ha descendido contra pronóstico tras otra penosa segunda vuelta. Milagro el obrado en cuatro partidos por Sandoval con el Granada. Aprobados también Elche y Levante con una buena segunda parte del campeonato. Buenas las temporadas de Real Sociedad, Rayo Vallecano, Espanyol y Málaga. Notable la de Villarreal y Athletic de Bilbao con pasaporte europeo, como la del Sevilla que jugará seguro Liga Europa y tiene muchísimas papeletas para volver a vestir traje de Champions. Semifinalista de Copa de Europa, segundo en Liga, derrotado en octavos de Copa del Rey, la temporada del Madrid es de rotundo fracaso, suspenso. Un bien para el Atlético que no repite el sobresaliente de la pasada, nota que sí adquiere el Barcelona y el Valencia. Los primeros tienen dos citas para certificar la matrícula de honor y los de Nuno vuelven a Copa de Europa.

El Levante y el Elche empataron a cero en un partido intranscendente en el que ambos equipos salieron a disfrutar en la sobremesa del sábado. Lo más destacable fue el penalti que marró Aaron para el Elche. Finalmente reparto de puntos y ambos grupos tan contentos.

El Athletic de Bilbao acabó la temporada de forma inmejorable. Los leones aseguraron su séptima plaza frente al Villarreal venciendo con mucha claridad en la despedida de Iraola. Aduriz de penalti, Iraola, Beñat y Aduriz de nuevo fueron los goleadores de un partidazo en La Catedral. El Villarreal no fue capaz de luchar frente a un Athletic que salió a por todas, al que le queda el culmen del próximo sábado en la final de Copa.

El Barcelona que iba ganando con solvencia por 2-0 al Deportivo de la Coruña el día del adiós de Xavi, se dejó ir y el Deportivo de la Coruña que necesitaba puntuar para amarrar la permanencia, se armó de valor y fe y fue a por el empate a por todas, consiguiéndolo gracias a un golazo de Lucas Pérez y uno más de Salomao. El doblete del Barça lo hizo Messi. Xavi se despidió del Camp Nou levantando la Copa de la Liga, aunque podría levantar también la de la Copa del Rey, ya que se la jugará frente al Athletic, y en Berlín el más que probable triplete.

El Granada y el Atlético de Madrid empataron a cero en un partido en el que excepto algo muy extraño, a ambos les valía el empate. Con mucho sentimiento en el encuentro, ninguno de los dos conjuntos salió a por la victoria, algo que se apreció con mucha claridad, ya que no hubo casi ninguna ocasión en el partido. Al final ambos cumplieron sus objetivos. El Atlético de Madrid acaba tercero y el Granada se salva.

El Rayo Vallecano y la Real Sociedad protagonizaron un partido en el que los aficionados disfrutaron de goles, aunque fue el conjunto vasco el que más veces se encontró con la portería rival. 2-4 final para los de David Moyes en una temporada tranquila para ambos cuadros tras las primeras convulsiones del otoño pasado.

El Eibar venció 3-0 al Córdoba pero no le valió para consolidar la salvación. Pasaron cual huracán por encima del cuadro andaluz en la primera media hora, si bien los resultados en otros estadios certificaron la caída libre del cuadro armero. Partido entre dos conjuntos desahuciados, que a partir de ahora deberán pensar en el regreso.

El Celta de Vigo se despide de la temporada con un espectacular encuentro en el que pese a estar con uno menos desde el minuto veinte, consiguió remontar al Espanyol. Nolito volvió a llevar la nave viguesa, con golazo incluido. 3-2 y de vacaciones.

El Almería lo intentó pero sucumbió ante el Valencia, que necesitaba ganar para no perder el puesto que le permite acceder a Champions. Los locales se pusieron dos veces por delante en el marcador, pero pese a ello los chés supieron reponerse. Thomas abrió la lata, Otamendi empató en el 28, Soriano en el 36 volvió a poner por delante el Almería, pero en ese momento se acabó el instinto goleador de los locales, que vieron como el Valencia remontaba gracias a Feghouli y Paco Alcácer. Los de Sergi estarán en segunda la próxima temporada y el Valencia deberá jugar la previa de Champions para confirmar el objetivo.

El Málaga y el Sevilla protagonizaron un gran partido que finalmente se llevaron los sevillistas. Los de Emery se pusieron 0-2 arriba gracias a Reyes y Banega, algo que sentenciaba prácticamente el encuentro para los visitantes, ya que además el Málaga estaba con uno menos. Aleix Vidal marcó el 0-3, pero el orgullo de los locales apareció por medio de Javi Guerra, que consiguió un doblete con el que dio emoción a los últimos instantes, pero el empate ya se hizo imposible. El Sevilla cumplió, pero deberá esperar a la final de la Europa League para ver si puede optar a la Liga de Campeones. 

El último partido e intrascendente de la Liga se jugó en el Santiago Bernabéu. 7-3 venció el Real Madrid al Getafe con un hat trick de Ronaldo. Otro más del portugués, que al final del choque se erigió en protagonista por pedir/exigir la continuidad de Carlo Ancelotti, que posiblemente vivió su último partido al frente del Madrid. Una Liga que los blancos tuvieron en las manos y que por la mala gestión del italiano, con sus pocas rotaciones, lesiones y planificación desorganizada al igual que la pasada campaña dilapidó una clara ventaja para llevarse el entorchado. Hubo de nuevo plebiscito Casillas, pitos y aplausos y lo que está claro es que la situación se debe reconducir y poner punto y final.