José Antonio Moya
El Sevilla está muy cerca de volver a jugar la final de la Europa
League tras vencer este jueves (3-0) a la Fiorentina en el partido de
ida de semifinales, decidido por un doblete de Aleix Vidal y otro tanto de Kevin Gameiro,
en lo que fue una auténtica exhibición del equipo de Unai Emery, que
continúa en el camino para revalidar en Varsovia el segundo título
continental.
El cuadro nervionense fue muy superior a la Fiore y siempre tuvo el partido en sus dominios.
Juego fluido, solidez en el centro del campo y un goleador improvisado:
Aleix Vidal, que fue el gran protagonista del partido al marcar los dos
primeros goles jugando como lateral derecho. La fiesta en Nervión
promete larga. Sevilla ya apunta a la capital polaca.
Emery dio
una lección a Montella --el técnico viola-- y dejó claro que pocos
equipos pueden hacerle daño si su Sevilla funciona como quiere el
técnico vasco. Controlando a su rival, y haciendo daño por las bandas,
el Sevilla fue de menos a más generando ocasiones de peligro. Los de Montella recurrieron a su mejor arma, un extramotivado Joaquín.
El
extremo del Puerto de Santa María fue lo mejor de la 'Fiore'. El '17'
--con sus botas de color verde para meter el dedo en el ojo al vecino--,
no fue bien recibido en el Pizjuán, pero dejó muestras de su calidad. Joaquín fue el más avispado y quien provocó los mejores momentos del conjunto morado.
Enfrente, un Sevilla que apostó por la calidad de Reyes para penetrar en el costado y por la sorpresa de Aleix Vidal,
que siempre doblaba a su interior para que nadie esperase su aparición
en el área contraria. El catalán culminó una buena jugada en el costado
zurdo que no pudo detener Gonzalo, el ex zaguero del Villarreal.
El
gol no cambió al Sevilla, ni tampoco al rival, que pudo gozar de alguna
ocasión en botas del veterano Mario Gómez. En todase llas, incluidas
una falta en la segunda mitad, apareció la solvencia del portero Sergio
Rico, con más confianza que nunca tras la decisión de Emery de
mantenerle como titular en lugar de Beto.
Al comienzo del segundo
acto, y pese al desgaste físico del Sevilla, el cuadro andaluz siguió
triangulando como facilidad ante el quinto clasificado en Italia. Aleix
Vidal, en otra carrera a la espalda de la zaga violeta, confundió a Neto
y le batió por el palo corto. El gol, que no fue el último, terminó por
matar a los de Montella.
El equipo se hundió en su área y dejó hacer a los sevillanos. Primero fue Mbia,
que lo intentó antes de acabar siendo sustituido por un fuerte golpe en
el cuello, y después fue Gameiro quién completó la fiesta del Sevilla.
Otra jugada a tres bandas fue a parar a los pies del francés, que marcó
al primer toque.
El contundente triunfo y las sensanciones que dio
el Sevilla invitan a pensar en un nuevo título porque sólo una debacle o
un milagro florentino podrían apartar a este Sevilla de la final. El
equipo de Emery ya ha reservado los billetes para Varsovia. El equipo de
Unai está a un solo paso de volver a hacer historia.