En
el Real Madrid se han quedado helados con la lesión muscular de Karim Benzema,
jugador que estaba tirando de los de Benítez en el inicio de campaña
Antonio Blanca
Atraviesa
por el mejor momento de su carrera profesional. Los inicios de la temporada 2015-16
están dejando a su paso la versión más completa de Karim Benzema desde que
llegara al Real Madrid en verano de 2009, contando también con la segunda
temporada a las órdenes de José Mourinho. Su aportación ya no se reduce a
calidad pura exhibida a ráfagas; ahora ofrece ese mismo talento sumado a una
mayor experiencia, madurez y, sobre todo, compromiso. La actitud del francés es
otra bien distinta a la de aquel joven que aterrizó en el estadio Santiago
Bernabéu con tan sólo 21 años y derrochaba clase en su juego al tiempo que
mostraba cierta apatía en su carácter.
El
delantero galo se sabe hoy imprescindible en el conjunto blanco, y actúa como
tal. Considera que su peso dentro del equipo le legitima para transmitir sus
opiniones y ser escuchado, incluso a la hora de poner en evidencia su
disconformidad respecto a asuntos concretos. Así lo hizo al criticar
públicamente el planteamiento de Rafa Benítez en la segunda parte del encuentro
de Liga que enfrentó al Real Madrid con el Atlético de Madrid en el Vicente
Calderón: "Si estamos tan atrás es difícil marcar, y necesitábamos un gol
para ganar".
A
finales del pasado mes de agosto se apreció un detalle que podría servir para
establecer el punto de inflexión a partir del cual cobró vida el cambio de
actitud de Benzema. Se mostró tajante al referirse a su futuro a través de la
red social Twitter: "A los payasos que hacen creer cosas a mis fans: el
Real Madrid es mi casa". Casi nadie se hubiera imaginado que el francés
realizaría tales declaraciones, no tanto por el contenido de las mismas como
por la forma de expresarlas; manifestó un rotundo enfado ante rumores que él
entendía sin fundamento alguno.
A
las puertas de cumplir los 28 años, el
ariete natural de Lyon ha mejorado en números y se muestra más determinante que
nunca. Sus goles llegan en momentos clave en las contiendas. Sirven para abrir
la lata, como ante el Shakhtar Dontetsk; para ganar partidos, como frente al
Granada o el Athletic de Bilbao, o para al menos puntuar, como contra el
Atlético de Madrid.
El
nuevo Benzema aparece cuando el Real Madrid lo necesita y ha desarrollado la
personalidad propia de un líder. En este sentido, huye del conformismo y busca
constantemente la manera de progresar individual y colectivamente. Y en el
Santiago Bernabéu lo celebran. El problema, la lesión con Francia parte de un virus FIFA que últimamente asola al Real Madrid. Habrá que ver como digiere Benítez y el equipo la falta del jugador más en forma, el que hace jugar a todos.