Enésima
exhibición de la temporada de Isco acompañado por un colosal Marco Asensio y una grandiosa “unidad B” del
Real Madrid que merece muchísimo más que partidos sueltos
Antonio Blanca
Tres
días después del fatídico Clásico perdido en el último minuto, el Real Madrid
visitaba un estadio complicado en su historia. El equipo blanco estaba sobre
aviso tras la goleada del Barcelona a Osasuna (7-1), y serían los Isco, Morata
y Asensio los que tendrían que recuperar el pulso en La Liga. Con el primero de
ellos al mando, las dudas desaparecieron en el minuto uno. Riazor disfrutó de
un recital de Isco.
Las
rotaciones de Zidane, dejando a Ronaldo y a Kroos en Madrid, no se notaron en
el conjunto blanco. Más bien pusieron de manifiesto que el plan B del técnico
francés tiene en sus botas fútbol a raudales.
Los
primeros 20 minutos fueron un espectáculo de los madridistas comandado por el
mejor Isco. No se había llegado ni al minuto 1 y el malagueño ya había puesto
un balón al hueco para que Morata hiciese el 0-1, y eso solo fue el principio.
La
presión en tres cuartos de campo ahogó al Depor provocando que en el espacio de
10 minutos el Madrid gozase de oportunidades para sentenciar. No lo hizo pero
sí aumentó su renta con una pared entre Lucas Vázquez y James que el colombiano
envió al fondo de la red.
Media
hora de juego en Riazor y su equipo no había comparecido todavía. Su bagaje
había sido un tiro alto de Guilherme desde la frontal, aunque ya se sabe que el
fútbol puede cambiar en cuestión de segundos.
Tras
una brutal parada de Lux a Morata con la cara, Andone no perdonó cazando un
chut desviado de Kakuta para marcar el 1-2. De repente, tras un asedio en el
que podía haber encajado cuatro goles, el Dépor creía.
Casilla
se sumó al empuje blanquiazul sin quererlo. Al guardameta blanco se le escapó
una pelota por alto y solo la suerte evitó que el remate de Sidnei involuntario
no empatase el partido.
Habían
jugado con fuego, casi se habían quemado pero llegó Lucas Vázquez para disipar
las dudas. El gallego ajustició a sus paisanos rematando en el corazón del área
un pase de Marcelo tras una jugada con ruleta incluida de Isco. Cada vez que
aparecía el de Arroyo de la Miel, la magia futbolística fluía en A Coruña.
Comenzaba
la segunda parte con más malas noticias para el Depor. Tyton sustituía a Lux en
la portería por una sobrecarga en el músculo y Pepe Mel movía ficha dando
entrada a Navarro por Kakuta. Un cambio defensivo que metió al Dépor todavía
más atrás.
El
Madrid jugó un rondo en la segunda mitad y tan solo era cuestión de tiempo que
llegasen más goles. La goleada la pudo ampliar Lucas Vázquez gracias a Asensio.
Una
diagonal marca de la casa de uno de los héroes contra el Bayern finalizó con un
pase que dejó solo a Lucas ante Tyton. Esta vez no acertó y su disparo rozó el
poste izquierdo.
Isco
prosiguió con su recital, Kovacic se abonó a los taconazos y el 1-4 llevó la
firma de James. Otro pase al hueco de Isco dejó a Morata solo ante el guardameta
y el ariete mostró su generosidad. Cedió la pelota para que James hiciese a
placer su doblete particular.
El
único tanto que faltaba era el del rey de la pista. La endeble defensa local
sucumbió a su magia llevando su firma el 1-5. Isco superó a Tyton por el primer
palo y se retiró ovacionado por medio Riazor. Joselu marcó el segundo del Dépor
y Casemiro cerró la fiesta tras una actuación magistral de Isco que permite al
Madrid no ceder en la lucha por La Liga. El Barcelona sigue líder con los
mismos puntos que el Madrid (78) pero con un partido más.