miércoles, 12 de abril de 2017

LA JUVENTUS HUMILLA AL BARÇA

Jordi Grimau

El Barça vuelve a sufrir un duro golpe en Europa que le deja de nuevo al borde de la eliminación. La Juventus pasó por encima del conjunto blaugrana evocándole la fatídica noche vivida en París y obligándole a obrar otro milagro para seguir vivo en la máxima competición continental. Dybala se convirtió en el verdugo de los de Luis Enrique con dos goles que encarrilaron la goleada juventina. El joven delantero argentino se reivindicó como auténtico sucesor de Messi en el mejor escenario posible.

Con esta contundente derrota el Barça sufre su Calvario particular en esta Semana Santa. Mucho tendrá que rezar el equipo culé para lograr un milagro similar a la remontada histórica que protagonizó frente al PSG. Además, la Juventus es un equipo experimentado, con mucho oficio en defensa y un bloque sólido y trabajado. Los de Luis Enrique han demostrado que son capaces de hacer cualquier cosa pero se antoja harto difícil repetir la gesta por segunda vez consecutiva.

La Juventus empezó el encuentro apretando al Barça en su campo y robando el balón en zonas peligrosas. Hasta tal punto surtió efecto la presión italiana que Luis Enrique ordenó a su portero a lanzar el balón en largo en vez de arriesgarse a sacarlo jugado. Fue tarde para hacer rectificaciones porque Dybala sorprendió al conjunto blaugrana cuando apenas habían transcurrido siete minutos de encuentro. El delantero argentino recibió un pase de Cuadrado dentro del área y con una buena maniobra se revolvió y sacó el latigazo que acabó colándose en la portería de Ter Stegen.

Todo pudo cambiar en una jugada puntual. El devenir del partido y la eliminatoria pudo ser bien diferente si Iniesta hubiera aprovechado un mano a mano que Buffon solventó con una mano increíble. El eterno portero italiano salvó a su equipo a sus 39 años para agrandar aún más su leyenda. No llegó el empate pero sí el segundo gol de Dybala, que con otro zurdazo ajustado al palo amplió la ventaja para su equipo y desequilibró la balanza del lado juventino.

Tras la reanudación el Barça inclinó el campo hacia el área rival pero la Juventus supo manejar la situación a la perfección. Un escenario que posiblemente se repita en la vuelta en el Camp Nou, con los jugadores culés volcados y los italianos saliendo al contragolpe. Higuaín perdonó al Barça al fallar un claro mano a mano frente a Ter Stegen pero no lo hizo Chiellini en un saque de esquina que remató al fondo de las mallas a pesar del pacaje que le hizo Mascherano. Pudo ser un calco de la noche parisina pero el cuarto lo frenó el colegiado, que señaló un fuera de juego de Dybala inexistente. Su centro posterior, con la jugada ya anulada, lo remató Cuadrado a la red.


El Barça no bajó los brazos a pesar del 3-0, a diferencia del partido del Parque de los Príncipes, porque un gol hubiera servido para hacer del milagro una remontada más asequible. Sin embargo, debajo de los palos se encontraba el incombustible Gianluigi Buffon, un portero con mayúsculas que sacó otra mano salvadora al disparo de Luis Suárez. La definición de milagro es "hecho sobrenatural atribuido a la intervención divina". Dicen que ocurre uno cada mucho tiempo. El Barça ya tuvo el suyo.