Tres delanteros, de Argentina ellos, buques de sus equipos, goleadores, Messi, Higuaín y Agüero toman las riendas de Barcelona, Madrid y Atleti, la BBVA a ritmo de tango
Antonio Blanca
Cercanos en edad, veinteañeros los tres, fulgurantes estrellas, Messi el más consolidado, Agüero con bajones en su rendimiento (como su equipo) y el “pipa” Higuaín creciendo a pasos agigantados como un ‘9’ excepcional. Se dice que antes fallaba goles a pares, ahora es del modo en que los ejecuta, y de diferentes facturas, ya no es el sucesor de Raúl, ahora es el delantero centro titular del Madrid, compartiendo cartel protagonista con Ronaldo, desbancado a Kaká de esa portada y dejando en evidencia a Benzema, la mayor desilusión blanca de esta temporada. Por cierto, que Raúl aun siendo suplente sigue pulverizando récords, con su gol ante el Tenerife suma ya 227 en liga siendo junto a Di Stéfano el tercer máximo goleador en la historia del campeonato español, ahí es nada. Regresando a los jóvenes de la Pampa, los tres en tres grandes clubes y siendo sus principales referencias. Se acerca Sudáfrica, la Copa del Mundo, y para Argentina será esencial que estos tres pedazos de futbolistas sigan rayando a este nivel. Digo para Argentina, porque para España no es lo mejor, si bien no les tenemos miedo, respetos los máximos.
La jornada 24 de la BBVA se desarrolló íntegra entre sábado y domingo, los últimos del mes de febrero. No hay fútbol hoy porque la selección se concentra en las Rozas de cara al amistoso del miércoles frente a Francia.
En Getafe, los de Michel naufragaron ante el Zaragoza. 0-2, con los tantos de “Chupete” Suazo que aprovechó dos infantiles fallos de la zaga azulona para poner los tres puntos en el casillero maño y empezar a sembrar dudas en el Getafe en esta segunda vuelta. Por fortuna todavía gozan de un colchón de cuatro partidos, son de momento señales de atención.
Jugaba el Madrid en Tenerife, su “isla maldita”. La de los arbitrajes nefastos de comienzos de los 90, García de Loza y Gracia Redondo que le costaron dos ligas a los blancos de manera consecutiva. Pasó la “tormenta perfecta” por Canarias, y llegó ciclogénesis explosiva con el Real Madrid. 1-5, vapuleo soberano de los de Pellegrini al equipo de Oltra que no debió anotar ni un solo gol, merced a las buenas paradas de Iker Casillas (al nivel de siempre) y porque el gol de Ayoze debió ser anulado, ya que el meta del Madrid tenía la pelota agarrada dentro del área pequeña y el mediocampista tinerfeño se la arrebató con la cabeza. Falta clara menos para Ramírez Domínguez. Pero el fallo será anecdótico porque Xabi Alonso estuvo bien, cada vez le come más sitio a Lass, Kaká dejó ramalazos de calidad pero sigue sin despuntar, y ya son siete meses de competición, Marcelo demostró que como interior es un gran jugador y que como lateral deja mucho que desear, su jugada en el primer gol mezcla de “marsellesa” de Zidane con pase mirando al tendido a lo Laudrup así lo certifica. Ronaldo marcó de penalti, no fue su noche, pecó de individualista, se empeñó en querer iniciar y terminar las jugadas por él, sin ayuda de nadie y así le fue, regular tirando a mal. Raúl jugó 13 minutos y esta vez el gol no le fue esquivo. Constancia, trabajo y profesionalidad para que el capitán del Madrid se volviera a encontrar con la celebración de un gol (no lo hacía desde el 20 de octubre). Ya suma 227 tantos en toda su carrera, sin aliento y el Ferrari suma y sigue. Pero la noche fue de un argentino, Gonzalo Higuaín, que se está convirtiendo en la referencia ofensiva blanca. Tiene mejor promedio goles por minutos disputados que Rooney (el inglés lleva 20 goles en 20 partidos), suma 5 partidos en los que marca dos goles, y es quien marca la pauta ofensiva merengue. El “Pipa” se ha destapado como un futbolista completo que ha crecido rodeado de estrellas sin hacer ruido, sin alzar la voz, con trabajo y aguantando críticas feroces (yo también me incluyo). Ahora en el terreno de juego está tapando bocas, con la muleta y la espada, como las figuras.
2-1 con muchísimo sufrimiento venció el Barcelona al Málaga. No se esperaban los culés tener ese miedo en el cuerpo hasta los instantes finales del partido. Messi volvió a tirar de los suyos, en compañía de Xavi (el pase del cerebro culé en el segundo gol es antológico). Guardiola se quejó a Rubinos Pérez, el árbitro del partido que para nada influyó en el devenir del mismo. Será que la falta de costumbre de esos favores hechos a la sombra, con la firma del “trío calavera” son añorados por Pep, que le dijo al árbitro que sus jugadores merecían mejor trato de los que el colegiado les había dado. Vamos favores, privilegio, y el gran entrenador que es Guardiola dijo eso y se quedó tan tranquilo (posiblemente en Stuttgart no le reclamara nada al colegiado). Somos humanos y es lógico admitir errores, espero que el míster del Barça pida excusas. Lo que sí es cierto es que al equipo de la ciudad condal le empieza a costar ganar los partidos de manera fácil, eficiente. No anota tantos goles y los rivales le llegan más. ¿Será que le han cogido el tranquillo?
El Valladolid perdió la oportunidad de salir de los puestos de descenso tras perder por 1-2 ante el Mallorca, que recupera la quinta plaza. Grandísima la temporada de los de Manzano (el jiennense se hace acreedor a mayores retos la próxima campaña). Los de Onésimo Sánchez vieron cómo los baleares remontaban el tanto inicial de Bueno tras un fallo de Aouate, que sirvió en bandeja el gol al delantero. Los bermellones lograron empatar cuando peor lo pasaban gracias a un fallo de marcaje en un córner rematado por Rubén a las redes. Los pucelanos, conscientes de que un punto era insuficiente en su situación, se fueron a por el segundo y terminaron perdiendo tras una contra bien resuelta por Julio Álvarez, que les deja a cuatro puntos de la salvación.
En el Madrigal, el Deportivo de la Coruña volvió a ofrecer su peor versión. 1-0 frente al Villarreal. Los castellonenses recuperaron la confianza gracias al gol de Llorente, que remató una jugada que nació en Ibagaza y que Nilmar entendió a la perfección para cederla sobre el vasco. Los de Garrido, que no marcaron más por culpa de Aranzubia, se acercan al objetivo de la Europa League a costa de un conjunto gallego que tendrá que mejorar si quiere continuar en las primeras plazas.
Por su parte, el Sporting de Gijón se impuso 3-2 a Osasuna en un partido con alternativas para ambos conjuntos. Un choque muy pero que muy entretenido. Los asturianos se adelantaron con un golazo de De las Cuevas, pero Nekounam se encargó de restablecer el empate antes del descanso con un gol de penalti. Vadocz dio la vuelta al marcador al comienzo de la segunda mitad y Barral volvió a empatar. Diego Castro, desde los once metros, logró el tanto decisivo para los asturianos a diez minutos del final.
En la zona baja de la tabla, el Espanyol no pudo pasar del empate en su visita al colista de la Liga, el Xerez, aunque se vio favorecido por la derrota del Valladolid y se mantiene a siete puntos del descenso. Osvaldo adelantó a los catalanes y Mario Bermejo puso el empate para los de Néstor Gorosito.
Quien agravó su situación fue el Racing de Santander, que perdió 0-2 en casa frente al Almería y ve más cerca las últimas plazas. Soriano y Crusat marcaron los goles para los andaluces, que además se marcharon vitoreados por el público cántabro. Los de Miguel Ángel Portugal continúan cinco puntos por encima del descenso, a pesar de la derrota.
0-0 en el Ramón Sánchez Pizjuán entre el Sevilla y el Athletic. Retornaba Caparrós a su casa de toda la vida y si no llega a ser por Palop (vaya segunda parte de la temporada que está realizando el cancerbero valenciano), el técnico utrerano se hubiera llevado a Bilbao los tres puntos. No jugó bien el Sevilla, desubicado, con un hombre menos por la expulsión de Romaric, así que tiene que darse por contento por sumar un punto, que le permite recortar distancias con el Valencia. Toca semana sin Champions, y toca semana de cuestionar a Manolo Jiménez en la capital de Andalucía, el cuento de siempre.
Grandísimo Agüero que guió a un muy buen Atlético de Madrid en el Calderón que gozó de una fiesta por todo lo alto. 4-1 al Valencia. Los de Emery terminaron con 9, las dos expulsiones justas. Marchena por tocar un balón con la mano y por se un ejemplo de jugador trápala y fullero. Negando la evidencia, llamando cara dura a Pérez Burrull (si no es por el cuarto árbitro le hubiera escamoteado el penalti a los colchoneros como así ocurrió con uno a Reyes que dio origen al 0-1 de Silva). Un ejemplo patético para la deportividad y el juego limpio el del capitán ché. Se incendió el Valencia con 19 días de diferencia a la “cremá” de las Fallas. Forlán con dos tantos y Jurado con uno de enorme factura junto al que marcó el comandante en jefe de las filas rojiblancas “Kun” Agüero ponen cierre a una semana señorial del equipo de Quique Sánchez, que tras dejar el infierno turco de Estambul victoriosos, vuelven a pensar que Europa es posible.