lunes, 8 de marzo de 2010

"GUTI" LE CAMBIA LA VIDA

Pinchó el Barcelona en Almería que pierde así el liderato en pos del Real Madrid que apabulló al Sevilla en el Bernabéu

Antonio Blanca

Fue una bonita jornada de liga (todavía no está acabada, esta noche en Mestalla, Valencia-Racing) sobre todo el sábado, que de nuevo en ese mano a mano encarnizado que casi desde comienzos de septiembre vienen dirimiendo Barça y Madrid, se ponía de nuevo en escena. Los blaugranas en Almería, en el fraternal choque Lillo-Guardiola. Los merengues recibiendo en casa al Sevilla, duelo eléctrico, que no defraudó a nadie y que fue fiel al guión de otras temporadas. Espectáculo 100%. De los árbitros el cuento de siempre. En Almería, Guardiola expulsado, Ibrahimovic también. La del sueco no rigurosa, sino indebida, pues Cisma le echó un cuento descomunal, buscando una estatuilla de Oscar. La de Pep justa, por creerse siempre con la verdad absoluta, por presumir que nunca habla de los árbitros y ahora que su equipo pasa por un bache de identidad, se pone a clamar contra las conspiraciones que la perversa prensa nacional (de Madrid) ha tejido contra su equipo. Por eso un pésimo árbitro como Teixeira, amigo de don Victoriano Sánchez Arminio (ese presidente del Colegio de Árbitros con más cara que espalda, también más barriga), que pitó una falta que solo el vio y que supuso el empate del conjunto culé. Ese detalle seguro que Guardiola lo omite. Su hipócrita planteamiento sobre su conducta con los árbitros ya es palpable. Produce un poco de vergüenza ajena que alguien que día sí y día también es favorecido o no perjudicado por esta grey aborregada, seguidora de Villar, salga cuando supone él que le han perjudicado, a repartir insensateces y a sentirse atropellado. Uno es muy libre evidentemente, pero también mal acostumbrado.


En Coruña el Deportivo remontó al Tenerife, venció 3-1 y sigue inmerso en puestos europeos, pensando incluso en cuitas de mayor enjundia. Una buena racha de resultados y una mala de sus rivales puede habilitarle el sueño de retornar a la competición de competiciones. Los insulares siguen en la zona baja, la de la Adelante a segunda.


Y llegó Teixeira y en Almería el grito de moda fue para urticaria de Guardiola, ¡así, así, el Barça gana así! No ganó el Barcelona, empató a 2. Perdió el liderato y parte de su identidad. Juan Manuel Lillo, ese entrenador que ha cambiado la fisonomía al Almería, el que puede considerarse maestro del banquillo de Guardiola, entendió a su discípulo y le planteó un complejo panorama que el Barça solo fue capaz de romper merced a una falta inexistente. De nuevo los árbitros, por enésima vez una polémica arbitral en un encuentro del Barça. Hartazgo, pero las cosas son así, y así hay que contarlas. Puyol se marcó en propia puerta, regular partido defensivo en conjunto de los culés, que si no es por Messi, el argentino no necesita de árbitros, es bueno por sí, puso el empate cuando los catalanes jugaban injustamente con un hombre menos. No perdió el Barça el partido, pero sí está perdiendo esa suma facilidad con la que este tipo de choques sacaba los puntos adelante, puede ser que los rivales estén aprendiendo. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena.


Partido 10 en el Santiago Bernabéu entre el Real Madrid y el Sevilla, que terminó con éxtasis para los blancos y con cabeza pensante para los andaluces, que desperdiciaron un 0-2 en el minuto 55. Dijo Jiménez que fue el mejor Madrid de la temporada, y concuerdo con él, por la balanza que medió entre el corazón que los de Pellegrini pusieron, y el fútbol, que brotó una vez más con “Guti” en el campo. En esta ocasión Van der Vaart también le acompañó en los sonetos más bellos de la noche del sábado. De un tiro a puerta, los sevillistas sacaron dos goles, uno en propia puerta de Xabi Alonso cuando el Bernabéu aún celebraba el empate del Barcelona en Almería. El otro de un fallo infantil de Casillas que se vio confundido por un mal movimiento de Xabi Alonso, que tras esos dos fallos defensivos, ejerció de director de orquesta, haciendo sonar al Madrid durante media hora de melódica y dinámica manera. ¿Lo echarán de menos el miércoles? Con 0-2 en el luminoso, el Madrid tiró de épica, de garra y de fútbol. No tiró la toalla, y creyó en sus posibilidades. Ramos, Ronaldo, Higuaín, Raúl (sustituyó a Kaká, que decepciona una y otra vez), Alonso, se lanzaron a por la portería de Palop. Vaya partidazo del portero del Sevilla que dejó al final en 3-2 el partido que pudiera haber sido un resultado mucho mayor sin sus paradas y los tres palos que hubo. Un vendaval fue el conjunto de Pellegrini, que esta vez sí acertó con los cambios. “Guti” y Van der Vaart dieron otro aire, aportaron ideas a esa garra y la mezcla llevó el éxtasis a la grada en el minuto 92 del partido con el tanto del holandés, para dar una inyección de moral enorme de cara a la remontada europea ante el Lyon de pasado mañana y a sentirse de nuevo líderes de la liga, superando al Barça de Guardiola, que los eclipsaba no en el momento, sino en la historia. Queda mucho, pero el madridista ya se siente ganador, por lo menos en el Bernabéu lo son, 13 victorias de 13 partidos. El proyecto quiere poner velocidad de crucero, el refrendo tiene que llegar el miércoles, porque un batacazo supondría volver a la tierra hostil, y no llevaría premio.


Tras ese cúmulo de sensaciones, de cargas y descargas de sentimientos, con España inmersa en lluvia, viento, frío y nieve, el domingo se jugaba el resto de la jornada 25.


El Mallorca logró un valioso triunfo goleando 3-0 al Sporting de Gijón en el Ono Estadi y recuperó su mejor versión, que le permitió consolidar sus opciones europeas y alcanzar al Sevilla, con el que empata a 43 puntos en la clasificación. Los pupilos de Gregorio Manzano (el mejor entrenador de España) volvieron a brillar en su estadio frente a un flojo Sporting, que apenas inquietó la meta de Aouate y se vengaron de la goleada encajada en la primera vuelta (4-1). A pesar de un buen comienzo, los asturianos no tardaron en desdibujarse y quedaron a merced de los bermellones que no desaprovecharon la oportunidad y ya sueñan con la Liga de Campeones. Julio Álvarez, en la primera parte, Víctor y Webó, en la segunda, firmaron la victoria balear, tercera seguida en la Liga y undécima de la temporada en su campo, que confirma la gran temporada de los mallorquinistas, que se marcharon ovacionados por su público.


En San Mamés el Athletic de Bilbao tampoco defraudó a su público y se llevó el quinto triunfo seguido en su estadio ante un débil Valladolid, que continúa en puestos de descenso. El conjunto que dirige Joaquín Caparrós volvió a hacer gala de un fútbol efectivo, que tuvo en Gaizka Toquero a su máximo exponente, dos goles y 2-0. La Liga Europa a tiro de piedra, e incluso la Champions también.


Además, el Xerez dio la sorpresa, 2-4, en su visita al Málaga en un partido donde los locales empezaron perdiendo, se adelantaron y permitieron a los jerezanos lograr un triunfo inesperado con diez jugadores en dos llegadas mal defendidas. Momo, en dos ocasiones, Gioda y Orellana dieron el triunfo a los visitantes ante un Málaga en el que Duda y Valdo pusieron los goles.


El resto de partidos de la jornada dejaron sendos empates. En el estadio de Cornellá-El Prat, Espanyol y Villarreal no fueron capaces de conseguir la victoria, un empate sin goles que en nada satisface a los dos contendientes.


Otro encuentro que no tuvo goles fue el Osasuna-Getafe. Un reparto de puntos que deja a los jugadores de Camacho y Michel en tierra media, vida tranquila aunque sin muchos sueños europeos.


Tocaba esta vez la de arena del Atlético de Madrid. Ofreció su peor versión frente al Zaragoza. Así las cosas, arañó un punto (1-1) gracias al tanto postrero en el descuento de Ibrahima, marcó el senegalés-español en el minuto 93. Los locales se encontraron con un gol de Jarosik a la salida del córner, y trataron de mantener el resultado en un gris partido de los madrileños, que apenas dispusieron de ocasiones y pierden a Reyes para la próxima jornada tras ser expulsado. Los aragoneses se quedaron con la miel del triunfo en los labios pero el punto les aleja un poco más del descenso, gracias a las derrotas del Valladolid y el Tenerife y les permite respirar un poco más en la clasificación, mientras que los rojiblancos se quedan en la zona templada.