Con un fulgurante cuarto de hora en la segunda parte le bastó al Real Madrid para derrocar al Atlético en otro derbi madrileño
Antonio Blanca
Serán once años. En la temporada 2010/2011, ya habrá pasado una década desde que el Atlético de Madrid fue capaz de conquistar tres puntos en el Santiago Bernabéu. El miedo escénico es palpable en los jugadores rojiblancos, que se atenazan, se amedrantan y en cuando el Madrid pisa un poquito el acelerador, el mareo deja cao a los del Atleti que desaparecen del mapa. No fue un partido sublime del Madrid, para nada, fue como en los últimos encuentros, un equipo movido por arreones, que gracias a su pegada demoledora, lleva ya más de diez partidos anotando tres goles o más, está en mano a mano con el Barça de Guardiola. Los culés siguen aguantando la marcha goleadora del Real Madrid. Le cuesta sacar los partidos adelante al Barcelona, pero lo logra, y si Messi no brilla, aparece Ibrahimovic para dar tres puntos en el casillero. La peor noticia cara a la Champions para el Barcelona es la lesión de Iniesta (la preocupación de los servicios médicos culés será tenerlo preparado para el choque contra el Madrid) que no estará ante el Arsenal. Así las cosas, los focos del fútbol español so pena de la jornada que se disputará en el culmen de la Semana Santa, el Madrid viaja a Santander y el Barça recibe al Athletic, el fin de semana siguiente, el sábado 10 de abril, España y el mundo se paralizarán. En el Bernabéu es muy posible que ese día se dirimirá el futuro campeón de esta disputada liga BBVA. Madrid o Barcelona, puente aéreo. Ya se admiten apuestas.
El sábado dio el pistoletazo de salida a la vigésimo novena jornada en Málaga. Empate a 1 entre el equipo de López Muñiz y el Tenerife que logró salvar un punto ante un rival directo por no descender y tras un flojo partido. El equipo local dejó escapar una victoria muy trabajada para poner tierra de por medio y quietarse la presión de los puestos bajos.
Viajó a Mallorca el Barcelona para tentar de nuevo a la suerte, lanzar la moneda al aire y que la cara de la fortuna volviera a sonreír a los catalanes. Mal juego del Barça, superado tácticamente por el Mallorca de Manzano que se encontró con Valdés y los palos. El equipo de Pep Guardiola aprovechó un despeje infantil de Aouate para que Ibrahimovic anotara el 0-1 definitivo, tres puntos, aire regenerativo, liderato provisional y presión al Madrid para el domingo que se enfrentaba al Atlético. Empieza a costarle al Barcelona sacar sus partidos adelante, y si Messi no encuentra las musas, a los culés hilvanar juego como antaño se les ha olvidado. O el argentino se cose la pelota a la bota y cada jugada es acreedora de ser colgada en una pared en el Prado, o los rivales se le suben a las barbas e intentan mojárselas, aunque de momento no empujen con la suficiente fuerza. Al Barça le toca pensar ahora en la Champions y en el sueño de toda la masa culé. 22 de mayo en el Bernabéu conquistar la “Cuarta”.
Todo un repaso el que el Zaragoza le dio la noche del sábado al Valencia. 3-0, goleada, golazos (el de Diogo digno de enmarcar), juego preciosista y diáfano, el mejor partido de los maños sin duda en todo lo que va de temporada y ante un muy complicado rival. Supondrá una importante inyección de moral para encarar la última parte de la temporada. Los de Emery jugaron un encuentro pobre, echando muy en falta la referencia ofensiva de Villa. Su colchón en la tabla les permite estos fallos, sobre todo sus rivales por el tercer puesto no dan la talla.
Vaya día estupendo de Domingo de Ramos. Tarde digna de procesiones, noche de calle, de temperatura suave, de disfrutar un festivo tan señalado en el calendario español sin obviar lógicamente la jornada futbolística.
El telón se abrió en la Coruña, donde el Getafe con Miku tirando de los de Michel no dio ninguna opción al Deportivo. 1-3, en un choque eléctrico del “Geta”. Con este resultado y los otros dados esta jornada, los “azulones” se reenganchan a la pugna europea.
En el duelo del descenso (vaya dramón), el Valladolid se hundió un poco más y fue goleado 3-0 por el colista, el Xerez, que volvió a demostrar que todavía no se ha rendido esta temporada. Víctor Sánchez y Michel encarrilaron el encuentro ante un inoperante equipo pucelano. Además, los de Onésimo sufrieron la expulsión de Villar, que derribó Mario Bermejo en un penalti y fue expulsado. Mendunjanin tuvo que acabar el partido en la portería y Bermejo puso el 3-0 definitivo. Gorosito ha hecho creer, puede que la reacción sea tardía.
En el Reyno de Navarra, Osasuna dio un importante paso hacia la salvación con el triunfo 1-0 frente al Almería, gracias al solitario gol de Pandiani, que regresó al equipo tras su lesión. Los navarros fueron superiores a los almerienses, pero sufrieron más de la cuenta tras desaprovechar sus ocasiones e incluso fallar un penalti por parte de Nekounam. Ocho partidos después, Camacho y los suyos dejan de tener el agua al cuello.
¡Qué aburrimiento! La palabra más repetida en el Cornellá-El Prat. Espanyol y Sporting de Gijón no pasaron del empate a 0 en un aburridísimo encuentro en el que ambos conjuntos carecieron de ambición para lanzarse al ataque. El fútbol plano y previsible de catalanes y asturianos dejó un justo resultado, que no sirve a ninguno de los dos equipos pero les mantiene alejados de las últimas plazas.
Fulminante cesión de Jiménez en Sevilla tras el empate frente al Xerez. Que con el 3-0 en Villarreal se demuestra que ha valido para mucho. Que Capel no regatee, que Negredo, Luis Fabiano y Kanouté no le hagan un gol al arco iris, que al gran Palop le haya dado por cantar ópera en los últimos encuentros nada tiene que ver. La culpa era manifiesta de Jiménez. Pues la vida continuó para el Sevilla como viene sucediendo durante esta campaña. Ganó el Villarreal que jugó un gran partido, sacando a relucir todas las carencias de los andaluces, que pasaran una Semana Santa de penitencia.
Derbi de nuestro fútbol, o del madrileño, pero para muchos el verdadero. El Madrid frente al Atlético. El merengue ante el colchonero. El vikingo frente al indio. El blanco contra el rojiblanco. El centro contra el sur. Madrid partida en dos. Por cierto, el Madrid-Barcelona es el clásico que no el derbi. Y como viene ocurriendo desde hace ya diez años, un decenio ni más ni menos, el Atlético de Madrid “palmó” como su himno centenario destaca en el Santiago Bernabéu. Y eso que se adelantó con un buen gol de Reyes (con la lesión del sevillano el equipo de Quique no rayó a buen nivel), dominó territorialmente que no en tiros sobre Casillas en el primer tiempo, y en el segundo tiempo, con el gol de Xabi Alonso a balón parado, se activó la mieditis colchonera al Madrid y el Atlético se evadió. 3-1 en quince minutos, con remontada típica se pusieron los de Pellegrini, hasta que el propio Alonso gran protagonista del segundo tiempo (gol, pase de 50 metros a Arbeloa en el segundo gol) cometió una mano innecesaria y de penalti Forlán le puso emoción al marcador, ya que el Atlético con este gol no volvió a tirar a puerta hasta los instantes del descuento. Se preocupó entonces el equipo local en mantener la pelota, Ramos y Alonso en provocar la amarilla, menospreciando al Racing para estar ante el Barça. ¡Qué no se tengan que acordar en Santander de esta muestra de prepotencia! Una historia de derbis que año tras año se repite, que viene como por ejemplo llegan las campanadas o la Semana Santa. Una campanada o una resurrección sorpresa sería que un año de estos venideros, al equipo del Manzanares le diese por tocar la flauta y hacerla sonar llevándose la victoria de Concha Espina. Por el momento el Madrid suma sin problemas.