Otro “hat-trick” más del delantero argentino del Barcelona que coloca a la par a los de Guardiola con el Real Madrid en la lucha por la liga
Antonio Blanca
La vigésimo séptima jornada de la BBVA se concluyó por completo en fin de semana, sábado y domingo. Hoy lunes no hay partido ya que la siguiente jornada del campeonato la tenemos aquí, desde mañana martes, con la cabeza de Manolo Jiménez, injustamente en juego. La número 28 que se prolongará hasta el jueves con un derbi madrileño, el Getafe contra el Madrid en el Coliseum, antesala del partidazo del Domingo de Ramos en el Bernabéu, el derbi de la liga, la capital de España partida en dos, Real frente al Atlético, o lo que es lo mismo, duelo de espadas Higuaín-Agüero. El Barça asistirá pendiente de todo lo que le ocurra a su máxima rival en la pelea ardua que los blaugranas mantienen con los blancos. Si Messi sigue rindiendo al nivel que está mostrando a día de hoy, acabará con el cuadro, se llevará lo que él quiera, con un horizonte claro al final del camino, Sudáfrica 2010, la mejor manera de encaramarse al Olimpo futbolístico y quitarse de encima a Ronaldo, con el que “ex aequo” disfruta del título de mejor jugador del mundo.
Cinco partidos de liga hubo el sábado de puente por la festividad de San José en la mitad de España. En Xerez, con agua para variar, menudo invierno que llevan en ese rincón maravilloso de Cádiz y vaya comienzo de primavera, pasado por agua, los de Gorosito no tiran la toalla. 2-1 ante el Tenerife, a priori y también a posteriori un rival directo por eludir el descenso a la Adelante. Gran imagen la dada por el Xerez que no pierde la esperanza. Nunca es tarde si la dicha es buena, tener a ocho puntos la salvación marca la hombrada.
Tenía que ganar ya para no condenarse a un descenso casi seguro, y el Valladolid dio la sorpresa en Riazor. 0-2 al Deportivo de la Coruña. Cuarto triunfo de la temporada de los de Pucela que aún mantienen encendida la llama de Primera. Los de Lotina son superados por el Bilbao en la pugna por la clasificación a la Liga Europa.
2-2 entre el Athletic y el Getafe en San Mamés en un choque que tuvo absolutamente de todo. Goles, pasión, polémica, buen fútbol, entradas duras y emoción. Lo justo un empate. Para los de Caparrós pudo saber a poco tras tener la victoria en la mano con un hombre menos en el tiempo de descuento, pero Pedro León quiso darle a los del sur de Madrid un punto y permitir que la entrada de la primavera no corte en seco la posibilidad de meterse en Europa la temporada próxima.
Vaya imagen la dada por el Real Madrid en su campo ante el Sporting. Vencieron los de Manuel Pellegrini, 3-1. Pero la vuelta al lugar del crimen tras el fracaso Champions ante el Olympique de Lyon en su casa, no estuvo a la altura. En diez minutos locos en la segunda parte, con un gol precedido por una mano de Van der Vaart, uno de Alonso de cabeza y otro de Higuaín (el delantero argentino suma y sigue pasando de oleadas críticas a veces buenas, otras malas), los merengues remontaron el golazo de David Barral. Buen partido el planteado por Preciado, sin dar patadas, jugándole al Real en su campo de tú a tú. Obligando a un público adormecido dispuesto a perdonar el “crimen” europeo que hiciera de nuevo sonar la música de viento. Sin fútbol, sin desmarques, andando, así sacó el Real Madrid adelante su partido, con una imagen mala malísima. Será líder, marcará de tres en tres, pero no transmite sensaciones, no emociona, no provoca el olé, no te levanta del asiento. Te adormece como su mustio juego como su entrenador, una caricatura en el banquillo. Si a un chino que no entendiera de fútbol le preguntas quien de los integrantes del banquillo del Real es el míster, indicaría casi con total certeza que Raúl. Será que Pellegrini ya conoce su merecido destino: la calle.
No va más. Del Nido está a punto de poner fin al período de Jiménez en el banquillo. Algo que me da ya venía deseando desde que lo sentó para suplir a Juande Ramos. Ahora va a encontrar justificación en la inesperada eliminación ante el CSKA en la Copa de Europa y ante los “pobres” resultados en liga. Osvaldo quiso dar la estocada. 2-0 ganó el Espanyol al Sevilla en un buen partido de los catalanes y en un muy flojo encuentro de los sevillistas que no estuvieron a la altura. Si a los andaluces se les vuelve a torcer el gesto ante el Xerez entre semana, no tengo claro que Manolo Jiménez (tiene al Sevilla en la final de Copa) se siente el fin de semana en el banco. Comerse las torrijas lo tiene complicado.
Otros cinco choques quedaron para el domingo. 4-1 le recetó soberanamente el Mallorca a una versión desdibujada del Atlético de Madrid sin el “Kun” Agüero. Un baile total el que los baleares que realizaron un fútbol poderoso se marcaron ante el equipo de Quique Sánchez Flores, que lo más que pareció fue un saco de boxeo, presto y dispuesto a recibir golpes y goles. Gran temporada la del equipo de Manzano que como recompensa se mete en la cuarta plaza y sueña con una posible clasificación para la Copa de Europa. Tiempo al tiempo.
El Racing de Santander consiguió remontar a Osasuna en el Reyno de Navarra. Los de José Antonio Camacho sufren un duro traspiés antes de viajar a Barcelona para enfrentarse al Barcelona este miércoles. 1-3, un respiro para el equipo entrenado por Miguel Ángel Portugal que se aproximaba temerariamente a la boca del lobo.
Baha se erigió en el gran protagonista de la victoria del Málaga sobre el Villareal por 2-0 al anotar los dos tantos de los andaluces, por lo que se esfuman las esperanzas de los castellonenses de llegar a Europa tras una temporada irregular. Los de López Muñiz ponen la distancia al descenso a unos prudentes siete puntos, que permite observar la primavera con buena cara.
2-0 con un gran Silva se llevó el Valencia el choque ante el Almería de Lillo que pierde su primer partido desde que suplió en el banquillo a Hugo Sánchez. Se afianza en la tercera plaza el equipo ché, que fue superior al Almería en la segunda parte tras una muy igualada. Nueve bajas tuvieron en el Valencia, pero entre Silva y Mata apenas si se notaron y lograron darle un fin de fiestas falleras por todo lo alto a su afición.
Messi contra el Real Madrid. Vaya partido que se marcó el “bajito” argentino, mejor jugador del planeta tierra en Zaragoza. Un flemón le había puesto en peligro, pero Guardiola consciente de lo que hay en juego, le recetó paracetamol y mucha agua, y lo colocó de titular. “Hat-trick”, que pudieron ser cuatro si en un gesto de buen compañero no le hubiera cedido el penalti final a Ibrahimovic, poniendo así el sueco fin a su racha de pólvora mojada. 2-4 perdió el Zaragoza, o 2-4 ganó el Barcelona, que sin Xavi, con el Iniesta más gris que yo recuerde, tuvo en Messi su baza, su afortunada dependencia. Ya lleva 25 goles en liga en 27 jornadas, el “pichichi” lo tiene muy a mano, ahora debe fijar miras en la “bota de oro”. Pep Guardiola tiene que estar encantado con Messi, lo que no debe ser óbice para llamar al orden a sus compañeros, porque con un flemón se puede jugar al fútbol a las mil maravillas, pero cuando el mal del argentino sea más grave si lo hubiere, el Barça puede temblar. Por ahora, con Messi, hay mano a mano sin cuartel ni respiro de trincheras entre el Real Madrid y el Barcelona.