jueves, 11 de marzo de 2010

PELLEGRINI CADUCA

Daniel Iglesias

Manuel Pellegrini escribió en la noche del miércoles su fecha de caducidad. El próximo 16 de mayo, coincidiendo con el final de Liga, el chileno escribirá sus últimas horas como entrenador del Real Madrid. Lo sucedido en el Santiago Bernabéu ante el Olympique de Lyon ha sentenciado su futuro. No hay vuelta atrás.

Aparecerán listas de candidatos de todo tipo, entre los favoritos Arséne Wenger que se teme no se atreva a coger timón blanco viendo lo poco que los proyectos durán en el Madrid y el otro gran candidato es Rafael Benítez, actual entrenador del Liverpool, club sumido en una crisis económica que abrirá las puertas de salida al técnico madrileño. Ya verán como también se habla de la vuelta de Jorge Valdano al banquillo. Descartado, ese rol tortuoso ya pasó para el argentino.

El partido ante el Olympique de Lyon no terminó cuando los 2.500 seguidores franceses empezaron a celebrar el éxito de su equipo, capaz de eliminar a la segunda edición del Real Madrid "galáctico". El choque continuó hasta minutos después de la medianoche. Primero se siguió jugando en el palco de honor, para terminar de hacerlo en el mismo vestuario del equipo blanco.

Nada más concretarse la derrota ante el equipo francés, más de un directivo buscó a Florentino Pérez con la mirada. Algunos le recordaban lo dicho en varias ocasiones durante la temporada, en especial tras el partido ante el Alcorcón y siempre referido al futuro de Pellegrini: "Lo mejor hubiera sido prescindir de él". Otros abogaban por la tranquilidad, pero todos estaban tocados, hundidos. Ninguno esperaba saber el 10 de marzo que el anfitrión de la presente Champions iba a estar ya fuera del último partido. Las palabras "cese", "cambio" o "adiós" empezaron a salir de la boca de los directivos. La ira subía y era complicado mantener la compostura en un palco repleto de autoridades, Esperanza Aguirre a la cabeza.

La siguiente escena tiene lugar en la antesala del vestuario blanco. Los principales ejecutivos del club intentaban mantener la calma, querían tener la cabeza fría y, sobre todo, que Florentino Pérez se mantuviera al margen de los comentarios que llegaban de todas partes. Jorge Valdano y José Ángel Sánchez fueron los encargados de echar el freno, de evitar que se pudiera tomar cualquier medida precipitada.

Otra cosa es la decisión ya adoptada de prescindir del entrenador en cuanto termine la temporada. Y es que un posible cese inmediato está descartado, como lo está la posibilidad de que Valdano se pueda sentar en el banquillo de manera interina. A las doce y media de la noche, Valdano continuaba en el vestuario. Por su consulta pasaron presidente, entrenador y capitán, impregnando a los tres, la justa dosis de tranquilidad.

La primera misión del todavía entrenador del Real Madrid es arreglar las palpables diferencias que hay entre algunos de los jugadores del Real Madrid. Las exhibiciones de egoísmo de Higuaín y Cristiano Ronaldo (las malas lenguas hablan que el argentino siente envidia del portugués), no es más que el resumen del sentimiento que hay dentro de ese vestuario. La unión no es el principal punto en común de un vestuario sin un líder con peso específico dentro de la plantilla.

Guti alzó la voz nada más terminar el partido y dijo que había individualidades, pero no equipo. Lo que no se da cuenta el segundo capitán blanco es que de jugadores como él, depende esa unión y el regreso a la entidad madridista de un equipo con todas las letras. El gesto de Kaká al saber que era el elegido para salir del campo, cambio calificado por el asesor del brasileño como "cobardía", no es más que la expresión de lo que siente Kaká hacia Pellergini.

El vestuario no está unido y se nota. Igual para España si vale, pero ha quedado demostrado que para triunfar en Europa hace falta algo más. Lo primero, entrenador. Lo peor es que se va a terminar su tiempo y todavía no ha sabido coger el aire al club blanco.