Aránzazu Gálvez
Córdoba y Las Palmas se midieron sin tregua
este jueves en El Arcángel con el objetivo de tomar ventaja en la final
por el ascenso a la Liga BBVA, un duelo de ida muy abierto y con
ocasiones que se quedó sin goles finalmente en parte por la gran
actuación de Juan Carlos y Barbosa bajo los palos, con lo que el Gran
Canaria decidirá el próximo domingo.
Cada uno con sus armas, sin guardarse nada, los dos equipos
ofrecieron una bonita lucha por dar un primer paso para volver a
Primera. El premio del último billete que acompañará a Eibar y Deportivo
sin duda está dejando una gran pelea, que tuvo su continuación en un
primer envite con mucho ritmo y en el que los locales hicieron honor a
su condición y a una afición entregada.
Y es que los locales salieron en tromba para tratar de evitar el
fútbol control que practica el conjunto insular. A los pocos segundos
Uli Dávila ya desaprovechó un mano a mano con el meta rival, y en los
primeros veinte minutos los locales sumaban al menos tres ocasiones
claras. En medio, los de Josico buscaban bajar los humos a su rival y
poco a poco generar peligro con la experiencia y calidad en sus filas.
Con el buen trabajo de Nauzet, Apoño y Aranda el cuadro insular
parecía necesitar poco para generar peligro. El duelo estaba abierto,
con rapidez y mucha igualdad sobre el terreno de juego, pero en la
segunda mitad las fuerza comenzaron a fallar. La larga temporada pesaba
en las piernas y la intensidad de la primera mitad, también.
Además, fruto del cansancio, comenzaron las faltas, el duelo se
endureció en parte. Los locales gozaron de la mejor ocasión, con un
Xisco que no acertó a batir a un gran Barbosa que de nuevo sujetó a los
suyos. Las Palmas se fue conformando con el empate, con Valerón dando
pausa y criterio, y la eliminatoria por el ascenso se decidirá en su
casa.