lunes, 30 de junio de 2014

EL MADRID 2014/2015


La dirección técnica del equipo merengue gestiona la planificación de la plantilla de la próxima temporada con el objetivo claro de la Undécima

Antonio Blanca

De momento tanteando el terreno, a la espera de que termine el Mundial de Fútbol de Brasil, el Real Madrid se debate internamente sobre qué camino tomar en el mercado de fichajes veraniego. ¿Una política prudente, de retoques, o un movimiento estratégico que provoque un nuevo impacto mediático? En su segunda etapa en la presidencia del club de Chamartín, Florentino Pérez se ha dejado asesorar en mayor medida que en la primera. No ha dado de lado a sus clásicas contrataciones galácticas, pero ha satisfecho la gran mayoría de las peticiones realizadas por los entrenadores que han pasado por el banquillo local del estadio Santiago Bernabéu desde 2009, nunca dejando pendiente la tarea de reforzar correctamente posiciones menos atractivas, que puedan generar menos expectación.

Ahora, con Carlo Ancelotti en el banquillo, Cristiano Ronaldo y Gareth Bale en plantilla, y una vez hecho realidad el sueño de la décima Copa de Europa, la entidad merengue medita cuidadosamente la línea de actuación a seguir en lo que respecta al acometimiento de próximas contrataciones. Se tiene claro que el conjunto presenta sus principales carencias en el centro del campo y la delantera. Para la medular se busca un futbolista de calidad, capaz de asumir el rol de canalizador del juego e iniciar la fase de creación, pero bajo ningún concepto exento de notables nociones tácticas, poder de recuperación y un físico que le permita abarcar un amplio espacio de terreno sobre el césped.

Las dudas asoman en la elección de un punta a incorporar y en torno a dos aspectos concretos: las características futbolísticas del elegido y su categoría como jugador. El primer punto se refiere a la tipología del ariete, es decir, a si se pretende el fichaje de un Nueve clásico, que fije a los centrales, posicional y rematador, o el de uno de estilo asociativo, quizá más conveniente dentro de un esquema que hace uso de dos extremos que actúan a pierna cambiada. Aunque tal es el perfil precisamente de Karim Benzema. El segundo contempla la ejecución de una operación por un buen recambio para el francés, o por una estrella que compita de igual a igual con éste e incluso pudiera partir como titular en un principio.

Ambos grupos engloban a hombres que podrían incluirse en el otro. Teniendo en cuenta que Benzema, salvo giro inesperado y total de la situación, seguirá vistiendo de blanco, con renovación de contrato incluida, la cual se anunciará tras concluir el Mundial de Brasil, la lógica futbolística invita a pensar en la incorporación de un delantero de cualidades distintas a las del francés. Dentro de esta clasificación, el puesto número uno lo ocuparía Radamel Falcao. Para el colombiano siempre fue un sueño ejercer como local en el Santiago Bernabéu, y lo sigue siendo. Sin embargo, dos factores invitan a la calma en la negociación: el primero, conocer con exactitud en qué condiciones afronta su vuelta a los terrenos de juego tras superar la rotura del ligamento anterior cruzado de su rodilla izquierda; y el segundo, el precio que el Mónaco, un equipo sin necesidades económicas que busca alimentar un ambicioso proyecto deportivo, podría solicitar a cambio de la venta de uno de sus principales activos.

La opción del ariete cafetero resulta la más atractiva que puede ofrecer el mercado de fichajes en lo que respecta a puntas natos. Pero no la única. Nombres como los de Mario Mandzukic, Vedad Ibisevic, Fernando Llorente, Mario Gómez, Miroslav Klose, u Óscar Cardozo están ahí. Tienen en común hallarse en una franja de edad de entre los 28 y 31 años, excepto el alemán de origen polaco. La llegada de alguno de ellos recordaría al movimiento que en su día supuso la obtención de la cesión con opción de compra de Emmanuel Adebayor. Como entonces, se adquirirían experiencia, buenas cifras, poderío por alto y remate, todo ello, además, a priori unido a la aceptación por parte del elegido de un rol secundario dentro de la plantilla. En este sentido, cuesta creer que el aún jugador del Bayern Múnich fuera capaz de asumir de buen grado un papel así.

En lo que se refiere al perfil más cercano al de un atacante asociativo, Luis Suárez y Edinson Cavani sobresalen por encima del resto. De todas formas, la apuesta por renovar a Benzema disminuye claramente las posibilidades relativas a la realización de una fuerte inversión en virtud de contratar a un delantero de estas características. Quizá, una operación por una promesa resultara más recomendable en este caso. Antoine Griezmann gusta mucho en Chamartín.

Si hay una zona que preocupa al Real Madrid, es el centro del campo. Se llevará a cabo un esfuerzo considerable con la intención de reforzar esta parcela. El objetivo número uno es Toni Kroos. El alemán es una petición expresa de Carlo Ancelotti. El italiano quiere confeccionar una medular de ensueño y lo considera la pieza fundamental para lograr este propósito. Al futbolista le seduce la idea de aterrizar en la capital de España para vestir de blanco. El hecho de que su contrato con el Bayern Múnich expire en 2015 debería facilitar el acuerdo entre clubes. El italiano Marco Verratti también representa una opción sumamente atractiva para el cuadro merengue.

Arturo Vidal es otro de los jugadores que gustan al entrenador italiano, pero, como en el caso de Paul Pogba, la Juventus lo tasa muy por encima de su valor real. Por su parte, Ramires no convence demasiado en la zona noble del Santiago Bernabéu. El mercado de fichajes ofrece otras alternativas interesantes a precios más asequibles, tales como Miralem Pjanic, de la Roma, o William Carvalho, del Sporting de Portugal.

Y por último la perla colombiana revelación del Mundial que ha declarado su preferencia por jugar en el conjunto de Concha Espina de darse la oportunidad, James Rodríguez quiere triunfar en un grande, y parece que su sitio para ello sería el Madrid.