El
genial jugador francés se marcha del lado de Carlo Ancelotti para coger las
riendas del Real Madrid Castilla
Antonio Blanca
“Hay
entrenadores que se creen más importantes que los jugadores. Cuando es así, es
un gran problema para el equipo”. “Un tercio del plantel sigue al técnico por
lealtad, respeto a la jerarquía; otro tercio sólo te sigue si le aportas algo.
Y otro tercio te complicará la vida siempre. Eso te muestra sobre qué parte del
grupo tienes que trabajar”. “Sé que lo que digo será escuchado por miles de
personas, por eso es mejor ser un poco reservado. En lugar de decir todo lo que
se te pasa por la cabeza, por lo menos, hay que pensar lo que se dice. A mí me
parece lo mínimo”. “Mi fuerza es estar atento a los demás”. “Un equipo
construido para los atacantes. Es una filosofía que no gusta a todos y no es
descabellada si tienes buenos defensores”. “El fútbol es bonito cuando no se
sabe nunca lo que va a pasar”. “El fútbol empieza en la calle”.
Son
frases que resumen la propuesta que intentará llevar a cabo Zinedine
Zidane (hasta el nombre lo tiene bello, escribió Pep Guardiola) en
el Real Madrid Castilla. Zizou, como Di Stéfano
en el club blanco o Kubala y Cruyff en el
Barça, es el prototipo de futbolista extranjero de categoría mundial que
renueva la idiosincrasia de un gran club al hablar el lenguaje universal del
fútbol: mucho juego y poco ruido. Interpretó el deporte rey a partir de la
distinción con la música de Plácido Domingo de fondo y el magisterio de un
saxofonista de Nueva Orleans años 20 siglo XX, emoción y clase fundidos en uno.
En
el libro ‘Futbolia, filosofía para la hinchada’ a Zidane se le bautiza con el
nombre de Platón. “Platón afirma que cuando aprendemos algo, lo que estamos
haciendo es recordar la idea que nuestra alma ya conocía antes de nacer. Zidane
lleva toda su carrera sacándonos de la caverna de la mediocridad, de los tonos
grises, intentando convencernos de que otro fútbol es posible”. El Real
Madrid no ha necesitado resetear toda la etapa de Mourinho (se
ficharon a jugadores fantásticos como Di María y Modric), ni imitar al
Barcelona; cada uno tiene su estilo. Pero tiene un pasado que fue ninguneado y
debe recuperar poco a poco. El primer paso en la conciencia fue la memoria
histórica a partir del merecido homenaje a Raúl González Blanco,
después la conquista de la ansiada Copa de Europa.
Al
Real Madrid los últimos años le sobraron conveniencias y le faltaron
convicciones. Zidane es un adelantado a su tiempo, que predica la
discreción y el respeto, y que no ha caído en la trivialidad del fútbol
moderno. Ancelotti ha demostrado ser de esos entrenadores mesurados, que miran
más por el equipo que por ellos mismos, y que no exaltan los triunfos con sus
figuras. Ha obrado eso que cada vez hacen menos los entrenadores de hoy en día:
entrenar y hacer jugar. Zidane, ya lo dijo en su día Florentino: será el gran
líder deportivo del proyecto. El francés es referente ético y tiene en sus
manos la piedra filosofal. Ancelotti se ha consolidado como el
Rijkaard del Real Madrid, Zidane esperará en el filial para
intentar ser el Guardiola blanco si algún día lo necesitan.