Esta
noche comienza un nuevo Mundial de fútbol, esta vez Brasil ejercerá de
anfitrión para que España salga siendo el rival a batir intentando una proeza
jamás lograda en la Historia del Deporte
Antonio Blanca
Brasil
se volverá el centro de atención del mundo futbolístico a partir de este jueves
cuando el balón eche a rodar en Sao Paulo y dé oficialmente comienzo el Mundial
de Fútbol, uno de los mayores eventos deportivos y donde la selección española
tendrá el desafío de retar a 31 rivales para defender su histórico título
mundial de 2010 en Sudáfrica.
España
debutará un día más tarde, casi 24 horas después del Brasil-Croacia encargado
de dar el pistoletazo de salida al evento, y lo hará con varios retos en su
haber, el primero y más importante, el de reeditar corona, sin duda el cénit
para la mejor generación de futbolistas que ha dado el país y que, para muchos
de sus componentes, el torneo en una de las cunas del fútbol puede ser su
despedida de un gran evento internacional.
Los
hombres de Vicente del Bosque han encadenado una racha de éxitos histórica, con
el triplete Eurocopa-Mundial-Eurocopa, inédito y que hace que sean los grandes
rivales a batir por una amplia nómina de aspirantes, encabezados por la
anfitriona, que aspira a olvidar el 'Maracanazo' de hace 64 años con su sexta
corona.
Con
un estilo firmemente asentado y un bloque conocido, con 16 de los que se
proclamaron campeones del mundo en el Soccer City el 11 de julio de 2010 y
reforzado por algunas de las nuevas figuras emergentes como Koke, Azpilicueta
y, sobre todo, Diego Costa, brasileño de nacimiento y que optó por enfundarse
la 'Roja', España tendrá además otros retos como conquistar América, territorio
inaccesible para ninguna selección que no sea sudamericana, o repetir título,
lo que no sucede desde 1962.
El
camino se antoja más complicado que en Sudáfrica por la entidad del grupo, el
B, en el que está encuadrada. Hace cuatro años todo se torció por el nefasto
debut ante Suiza y en esta ocasión no habrá tiempo para el despiste porque
Holanda, en lo que será la reedición de la última final, y Chile se presentan
como duros escollos en una primera fase que completa la 'cenicienta' Australia.
El
estreno ante la 'oranje' marcará su futuro y el siguiente partido, quizás más
complicado, ante la otra 'Roja', aguerrida, competitiva y con talento, crecida
por jugar en suelo sudamericano. Aparte de evitar repetir los casos de Francia
o Italia, campeones que cayeron en la primer fase en 2002 y 2010
respectivamente, el objetivo es ser primera para eludir un hipotético cruce en
octavos con Brasil, señalada por todos como la gran favorita.
Para
el combinado 'verdeamarelho' la cita es de máxima importancia. En un país que
ama el 'deporte rey', pero dividido ante este Mundial, con protestas y huelgas
por un lado por la necesidad de realizar un gran gasto cuando se necesita
invertir en otros aspectos, como ya se pudo ver en la Copa Confederaciones del
año pasado, y con, por el otro, su entusiasta afición, que desea llevar en
volandas a los suyos hacia la gloria mundial.
La
pentacampeona lleva centrada en 'su' Copa del Mundo desde su fracaso en 2010,
cuando fue eliminada contra todo pronóstico por Holanda. Para ello, recuperó al
emblemático Luiz Felipe Scolari, que la lideró hacia la quinta corona hace doce
años y que ya preparó bien al equipo para la Confederaciones donde lanzó su
primer aviso, arrollando a España en la gran final (3-0).
Brasil
no apostará por un juego excesivamente vistoso y quedará pendiente de la
calidad que desprenda el azulgrana Neymar, llamado a liderar al equipo
sudamericano, que deberá lidiar con la presión y el recuerdo del infausto
'Maracanazo' de 1950, empezando por el complicado debut ante Croacia, una
aspirante a revelación.
A
partir de ahí, la nómina de aspirantes es muy amplia. Argentina, otro combinado
sudamericano, se agarra a que Leo Messi recupere el esplendor perdido esta
campaña con el Barcelona y lleve de la mano a la albiceleste a ser nuevamente
protagonista en una Copa del Mundo, algo que no sucede desde la final perdida
en 1990.
La
'Pulga', después de sus malas experiencias en 2006 y, sobre todo, 2010, quiere
emular a Diego Armando Maradona y lograr con su fútbol y goles que los de
Alejandro Sabella, potentes de mediocampo hacia arriba y con dudas atrás,
estén, al menos, en las semifinales por primera vez en los últimos 24 años.
Alemania
también quiere optar al trono y poner fin a su sequía. Triple campeona del
mundo y con un equipo pujante, con calidad y competitivo, no gana nada desde
que ganase la Eurocopa en 1996, en los últimos años en buena medida por culpa
de España, su verdugo en la final del torneo continental de 2008 y en las
semifinales mundialistas de 2010.
Los
de Joachim Löw tendrán un duro examen de inicio en un grupo con la peligrosa
Ghana y Portugal, que se encomienda a Cristiano Ronaldo para volver a brillar
como hace ocho años. Las otras tres 'grandes' europeas, Italia, Francia y
Holanda parten en una segunda línea, aunque la 'Azzurra' se ha renovado con
Cesare Prandelli y demostró de lo que es capaz en la última Eurocopa, mientras
que los 'bleus', sin Franck Ribéry, deben lavar su imagen tras lo sucedido en
2010 y la 'oranje', muy renovada y que primero debe salvar su complicado grupo.
No
habrá que olvidar a las otras seleccione sudamericanas clasificadas,
encabezadas por Chile, señalada por muchos como una de las que más puede lucir
y animada por su crecimiento pero que podría estar en el camino de Brasil, y
Uruguay, con el listón alto por su cuarto lugar en 2010 y que espera tener
recuperado a Luis Suárez para reverdecer 'viejos laureles' en un país 'amigo'.