Aránzazu Gálvez
La selección holandesa ha vencido este
domingo a México (2-1) en los octavos de final del Mundial de Brasil,
gracias a dos goles en los últimos minutos de partido, obra de Sneijder y
Huntelaar, que sirvieron para dar la vuelta a un choque que se les
había complicado mucho con el tanto de Giovanni Dos Santos en el inicio
de la segunda mitad.
Cuando todo parece perdido en Holanda aparecen siempre los mismos,
los que todo el mundo tiene en su cabeza: Robben, Van Persie y
Sneijder. Este domingo en Fortaleza fue Huntelaar en lugar del jugador
del Manchester United, pero los otros dos fueron los habituales, los
viejos rockeros.
Todo el mundo en El Estadio Castelão creía en el minuto 50, dos
después de que Giovani batiese a Cillessen con un gran disparo desde
fuera del área, que Holanda había acabado su recital en esta Copa del
Mundo. Era algo normal, los de Louis Van Gaal habían hecho hasta ese
momento un partido horrible, probablemente uno de los peores de todo lo
que va de torneo.
Hasta ese gol de México Holanda se dedicó a no hacer nada, a
juntar hombres atrás y dejar que los mexicanos les llegasen. Todo ello
condimentado con un Cillessen que en la primera mitad estuvo horrible y
en la segunda quizás pudo hacer más en el gol de Dos Santos. Ante eso el
'Tri' respondió con juego, asumió el protagonismo y llegó con peligro
al área rival, pero ni Gio ni Peralta estuvieron acertados.
El partido era solo mexicano y en la grada se pudo ver. Las caras
de satisfacción de la mayoritaria afición americana así lo reflejaban.
No parecía que los holandeses tuviesen capacidad de reacción tras el gol
de los de Miguel Herrera, pero entonces llegó el momento de los grandes
clásicos.
Todo comenzó con el tanto en contra, que espoleó a los 'Oranje'.
Los de Van Gaal se fueron arriba, demostrando que lo hecho hasta
entonces no era tanto por incapacidad como por racanería. Los últimos 40
minutos de su equipo dejaron en entredicho el sistema inicial del
técnico holandés. Desde el 50 hasta el 75 empezó a sonar en el Castelão
el repertorio habitual holandés. Con Robben a la cabeza, acompañado por
Sneijder y Kuyt, los holandeses merecieron igualar pero Ochoa lo evitó.
El 'Memo' se despidió del Mundial en la línea que ha llevado
durante todo el campeonato. Sacó manos brillantes ante un remate de De
Vrij y un mano a mano de Robben. En el momento en el que su selección se
echó atrás fue la muralla de los americanos. Y así se llegó al segundo
tiempo muerto, cosas del calor y del fútbol moderno.
Tras el 75, con Van Persie ya en el banquillo tras pasar
inadvertido, se volvió al juego. Y fue ahí cuando el concierto holandés
llegó a su apogeo. Con Robben ya imparable para la defensa mexicana y
con Huntelaar sumándose a la banda. Así llegó la igualada, con los
cuatro grandes artistas participando en la elaboración.
Kuyt provocó un
córner, Robben lo botó, Huntelaar la dejó atrás y Sneijder reventó un
balón dentro del área ante el que nada pudo hacer Ochoa, uno de los
'Greatest Hits' de la 'Oranje' había sonado en el momento preciso.
Era el minuto 88 y todo indicaba que el partido se dirigía a la
prórroga, pero entonces llegó el número 1, la melodía más escuchada de
la grupo naranja. El '11' cogió el balón y se marcó un solo que por
muchas veces que se vea nunca deja de sorprender. Todo acabó con Márquez
picando como un chiquillo y con Robben en el suelo. Penalti. Entonces
la estrella de la banda dejó el protagonismo a uno de los secundarios de
lujo y este no falló. Huntelaar acabó de rematar a un meritorio equipo
mexicano.
Próximo concierto de Holanda: Sábado 5 de julio en el Arena Fonte
Nova (Salvador). Enfrente la revelación del Mundial, Costa Rica. El objetivo de los de Van Gaal aun así ya parece
otro, sus estrellas quieren tocar en Maracaná el domingo 13 de julio.