Carlos de Blas
La selección de Uruguay se agarró al Mundial
de Brasil a costa de una Inglaterra que se queda con un pie fuera y
gracias a su delantero Luis Suárez, autor de los dos goles (2-1) de la
victoria ante la selección inglesa, la cual estuvo lejos de su mejor
versión y terminó hincando la rodilla con merecimiento en el segundo
partido del Grupo D.
A vida o muerte, dos campeones del mundo se medían en el Arena
Corinthians y el cuadro sudamericano ganó la partida a los puntos. No
fue un partido brillante, pero los de Tabárez mandaron sobre el césped y
en el marcador durante 75 minutos, los que tardaron los de Roy Hodgson
en despertar con un gol de Ronney que ponía el empate. Sin embargo, fue
un espejismo, Inglaterra fue lenta y pobre en su juego, lo que le deja
en una situación más que delicada.
La clave sin duda terminó siendo la irrupción de un Suárez que fue
duda hasta el último momento, que se ausentó ante Italia y que
finalmente pudo ser de la partida recuperado de una operación de menisco
hace menos de un mes. El delantero del Liverpool y su socio de altos
vuelos Edinson Cavani desarbolaron a la inofensiva defensa rival en los
dos tantos. Como agua de mayo, Suárez apareció para mantener con
opciones a los suyos.
Los de Tabárez demostraron más y mejor sobre el campo lo que había
en juego. El drama que rodeaba el partido atenazó el ritmo del
encuentro, aunque de eso se encargó también la garra e intensidad de los
de celeste. Por contra, una Inglaterra muy plana, con Rooney finalmente
de media punta y que gozó de las mejores ocasiones incluido un remate
al larguero, aunque probando también a una defensa sin gran seguridad.
Como ante Italia en el debut, Uruguay no fue capaz de dar ritmo a
su juego, pero contando con la clase mundial de sus dos delanteros, la
empresa solo necesitaba un destello como el de Cavani antes del
descanso, cuando con calma puso el balón en la cabeza de Suárez dentro
del área. El gol acentuó el dominio de los de Tabárez en la segunda
mitad, y agravó los problemas de una Inglaterra sin soluciones y con su
seleccionador esperando demasiado para mover banquillo.
Y eso que en el arranque tras el paso por los vestuarios, Uruguay
perdonó en varias tentativas de las que pudieron acordarse. Inglaterra
quedaba reducida a destellos de Rooney, que se estrelló a bocajarro con
Muslera, hasta que con el agua al cuello, una jugada individual de
Hodgson por la banda derecha terminó en pase de la muerte para el del
Manchester Unitad. Su primer gol en un Mundial.
Todo el ritmo que faltó anteriormente se agolpó en los últimos
minutos para ofrecer un bonito final que terminó por encumbrar a Suárez.
Un saque de Muslera, mal cabeceado por los ingleses, lo atajó en
carrera el del Liverpool para fusilar a Hart y meter al campeón de
América de lleno en una pelea que sin embargo aun tiene mucha tela que
cortar. Ingalterra, pendiente de un milagro, que pude terminar si Costa
Rica puntúa en esta segunda jornada contra Italia.