José Antonio Moya
El Sevilla FC y el Liverpool FC pelearán este miércoles
(20.45 horas) en el estadio St.Jakob Park de Basilea (Suiza) por la conquista
de la Europa League y el consiguiente doble premio del billete para la fase de
grupos de la próxima Liga de Campeones, una final que se presenta igualada y en
la que el halo de ‘gigante’ continental que despide el conjunto ‘red’ es el
último obstáculo para que los de Unai Emery entren en la historia del fútbol
continental.
El equipo sevillista repite por tercera vez en la final de
la segunda competición europea, que ya ha ganado en un récord de cuatro
ocasiones, con el objetivo de tumbar ahora a uno de los clubes más laureados
para sumar la quinta en el breve espacio de diez años desde la consecución de
la primera en Eindhoven (Holanda), en aquella final contra también un rival
inglés, el Middlesbrough.
El actual campeón busca un éxito más que le consagre entre
la elite europea. Sin el gran prestigio que da una Copa de Europa, algo de lo
que sí puede presumir su rival y en gran cantidad (5), el equipo andaluz ha
formado un idilio con este torneo y para el que ha consagrado casi todo su
tiempo desde el mes de febrero, ansioso por reeditar su corona e igualar a
equipos como el Bayern, Ajax o Real Madrid, los únicos capaces de conseguir
ganar tres años consecutivos la misma competición, en este caso la antigua Copa
de Europa.
Estos tres son considerados ‘gigantes’ del fútbol del Viejo
Continente, lo mismo que el Liverpool, pentacampeón de Europa y triple ganador
de la antigua Copa de la UEFA, la última en 2001 en aquella espectacular final
contra otro equipo español, el Deportivo Alavés. A estos títulos, hay que
añadirle tres Supercopas de Europa para conformar un palmarés europeo de
prestigio de un conjunto, sin embargo, que ha perdido un protagonismo que desea
ahora recuperar y así igualar a su rival en títulos.
Será una lucha también entre dos equipos muy parecidos, más
a gusto en el contragolpe que en la posesión y ambos con talento en sus filas,
y dirigidos por dos de los técnicos más carismáticos de la actualidad como Unai
Emery y el alemán Juergen Klopp.
El Sevilla se enfrenta a una de sus semanas más importantes
de su historia, con la disputa en cinco días de dos finales de relevancia,
porque el domingo tendrán que medirse al FC Barcelona en la final de la Copa
del Rey, poco tiempo para gestionar todo lo que a nivel emocional suponen dos
partidos así.
Por ello, los de Emery quieren llegar al Vicente Calderón
como campeones de la Europa League, sabedores de que este miércoles su
favoritismo puede ser mayor que el domingo ante los de Luis Enrique Martínez.
“Sólo los elegidos pueden tener dos finales en una semana y ganar las dos ya
sería una barbaridad de alegría”, advirtió José Castro, presidente sevillista.
El técnico vasco tendrá que decidir si optar por repartir
algún esfuerzo entre una final y otra, aunque todo hace indicar que pondrá ante
el Liverpool su mejor once, con la única ausencia de los lesionados Krohn-Dehli
y Trémoulinas, y con la presencia en la portería de David Soria, dispuesto a
vivir lo que le pasó a Sergio Rico el año pasado cuando fue el elegido por
delante de Beto para la final ante el Dnipro, y con Coke, como ante el
Shakhtar, adelantar su posición y Mariano Ferreira jugar de lateral.
Después de dar descanso desde hace tiempo en liga a sus
principales jugadores, se espera la mejor versión de jugadores como Krychowiak,
Banega, Vitolo y, sobre todo, el goleador Gameiro, en su mejor estado de forma
y dispuesto a emular al ya no añorado Carlos Bacca, clave hace un año con su
doblete en Varsovia, para enviar un penúltimo mensaje a Didier Deschamps.
Por su parte, en el Liverpool, en su segunda final del año
tras perder en los penaltis ante el City la Carling Cup, Klopp tiene alguna
duda sobre su once, sobre todo por el estado físico de uno de sus puntales en
el centro del campo, el capitán Jordan Henderson, que volvió a la acción el
pasado fin de semana tras recuperarse de una lesión. También parece que estará
listo el belga Divock Origi, pero el puesto de delantero sería, en principio,
para Daniel Sturridge.
El Sevilla tendrá que vigilar sobre todo el talento que
reside en los dos brasileños del equipo, Coutinho y Firmino, ambos futbolistas
desequilibrantes, y salir airoso de la ‘batalla’ física que se presenta en el
centro del campo, donde es poderoso un rival, avalado también por haber
eliminado a United, Dortmund y Villarreal y sólo haber encajado una derrota,
donde será titular un ex sevillista, Alberto Moreno, campeón a las órdenes de
Emery hace dos años.