Carlos de Blas
¡Y al que no le haya emocionado este partido, es que no
tiene sentimientos! Los dos mejores equipos del mundo se citaron en la gran
final de Milán y el Real Madrid la ganó en los penaltis después de el 1-1 con
el que finalizó el partido y la prórroga. La gloria es de Cristiano.
Una final de poder a poder, jugada con el corazón hasta la
extenuación. Dos horas de fútbol que dieron para mucho y todo bueno. Nervios,
tensión, emoción goles y el campeón, que viste de blanco. El Atlético volvió a
tocar la gloria con la punta de los dedos pero Juanfran falló el octavo penalti
después de un partido homérico donde el Atlético se volvió a quedar a las
puertas del cielo.
El Real Madrid saltó al césped de San Siro con la idea clara
de igualar en intensidad al Atlético sabedor de que sus jugadores tienen más
calidad y esto marcó el inicio del partido. Los blancos, más acostumbrados a
jugar en este tipo de escenarios, salieron mucho más asentados y con mayor
presencia en el centro del campo, la que le otorga Casemiro por detrás de Kroos
y Modric.
Enfrente, un Atlético menos intenso de lo habitual y que
decidió presionar en el campo rival la salida del balón del Real Madrid sin
demasiado éxito. Solo hubo que esperar cinco minutos para que Oblak apareciera
de forma salvadora. Bale botó una falta envenenada que Casemiro remató en el
área pequeña y el esloveno sacó una pierna increíble.
Ramos volvió a marcar en la final
Benzema encontraba espacios emparejándose con Savic, al que
el mago francés le ganó la partida en varias ocasiones con trucos de piernas
que el central no descifraba. Así descargaba para Bale y Cristiano, que
aprovechaban la calidad del francés para insistir una vez ante Juanfran y
Filipe.
Simeone pedía a los suyos que salieran del área, porque el
gol blanco se intuía yo tardó en llegar. Kroos botó una nueva falta envenenada,
Bale la peinó y el goleador de las finales, Ramos, apareció para embocarla al
cuarto de hora de partido. El central estaba en fuera de juego, pero el
colegiado no lo vio. Uno de los detalles que marca una final.
El Atlético tiro de garra y de fútbol para volver a la final
El Atlético tardó media hora en reaccionar aprovechando el
paso atrás del Real Madrid, al que le pesaba el desgaste físico el inicio. La
'BBC' pasó por momentos de desconexión y los rojiblancos empezaron a llevar el
peso del partido aunque sin ocasiones claras. El equipo de Simeone se marchó al
descanso con un mayor porcentaje de posesión, algo que suele ser sinónimo de
mal resultado.
El 'Cholo' reaccionó al descanso y retiró a Augusto para dar
entrada a Carrasco en busca de algo más de mordiente ofensiva para
desequilibrar al rival. Y la final pudo cambiar en el minuto 47 cuando Pepe
cometió un claro penalti sobre Torres. Griezmann tomó la responsabilidad ante
Keylor y el francés estrelló el balón en el larguero ante la incredulidad de
los aficionados rojiblancos. El segundo detalle que cambió la final.
Oblak mantuvo al Atleti y Carrasco mandó la final a la
prórroga
El Atlético insistía y Savic rozó el gol en un saque de
esquina. Quedaba un mundo y el Real Madrid renunciaba a atacar a la espera de
encontrar desguarnecida a la defensa del Atlético. Griezmann perdió un balón,
Modric salió a la contra y se la puso a Benzema, que recorrió 30 metros en
solitario y falló en el mano a mano ante el gigante Oblak. El esloveno paró
después un disparo de Cristiano y mantuvo el pie al Atlético.
Los minutos pasaban y el Madrid rozaba la 'undécima', pero
el equipo de Simeone no dejó de creer. Gabi abrió y para la llegada de Juanfran
y este la puso al corazón del área para que que Carrasco marcara con el alma en
el minuto 79. El Atlético empataba y, como en Lisboa, la final se iba a la
prórroga.
Juanfran falló y el Real Madrid fue campeón
En el tiempo añadido los dos equipos jugaron con el corazón.
30 minutos a todo o nada. Una Copa la de Europa y la hegemonía de Europa
estaban en juego. Carrasco tiraba del Atlético y Lucas del Real Madrid y el
canterano blanco fue el que dispuso de una gran ocasión en el minuto 120, pero
su disparó rebotó en la defensa y todo se decidió en los penaltis.
Marcaron Lucas Vázquez, Griezmann, Marcelo, Gabi, Bale, Saúl
y Ramos. Entonces Juafran chutó a su izquierda, el palo repelió el balón y
Cristiano puso el broche de oro para coronar al Real Madrid Rey de Europa por
'undécima' vez.