jueves, 4 de mayo de 2017

COLOSAL RONALDO

Sendas exhibiciones ante el Bayern de Munich y el Atlético de Madrid hacen que el planeta fútbol rinda pleitesía al mejor jugador del mundo

Antonio Blanca

En el fútbol no sólo se vive de la estadística. La manera de leer los partidos, el riguroso orden táctico de un equipo o la magia de ese jugador diferente no queda registrado en ninguna parte. Pero si hay alguien que, además del valor cualitativo que pueda aportar, disfruta con esta área de las matemáticas este es Cristiano Ronaldo.

Gracias a su efectividad, la noche del pasado martes volvió a ser el arma letal de un gran Real Madrid. Devastador el equipo de Zidane ante el Atlético personificado en la figura de la estrella lusa, que convirtió todo lo que remató en gol para romper la barrera de los 400 goles con la camiseta blanca en 389 partidos. Sin duda, unas cifras de auténtico escándalo, fuera de lo común, redondeadas con un hat trick en un partido sublime tanto por su participación individual como la del global del conjunto; la segunda ocasión en la que endosa a los colchoneros tres goles esta temporada después del que logró en la primera vuelta en el Calderón. En Champions, sólo habían encajado cinco goles hasta la fecha.

Su racha goleadora en los últimos partidos de Champions es conspicua. Ya son ocho los goles que ha marcado desde los cuartos de final ante el Bayern, encadenando dos tripletes seguidos. Acusado de engordar sus números de cara a puerta ante rivales de menor entidad, lo cierto es que el ‘7’ blanco (posiblemente y sin el posible también, el mejor jugador en la historia del Real Madrid) ha sacado su versión más determinante cuando se reclama la aparición de los mejores. Sus últimos cinco remates en la máxima competición continental han terminado en gol. Unos registros bárbaros.

De este modo, según datos de Opta, sus 103 goles en Europa no sólo le convierten en el máximo goleador histórico, sino que además supera a 113 de los 135 equipos que han participado en el torneo desde que se instauró el nuevo formato en la 1992/1993. Además, con sus 10 goles se queda a uno de Messi, hasta ahora el “pichichi” de esta Liga de Campeones, amén de presentar su seria candidatura al Quinto Balón de Oro.

Zidane ha conseguido lo que ningún otro entrenador había logrado, hacer descansar al portugués. Con su poder de convicción le ha hecho entender que a sus 32 años el descanso es primordial para afrontar con plenas garantías la recta final de la temporada, tanto en la Décima como en la Undécima llegó con no pocos problemas físicos al mes de mayo, y el pasado verano tras dos entradas bruscas de Payet en la final de la Eurocopa cayó lesionado gravemente para un período de tres meses, del cual le ha costado recuperar su mayúsculo tono físico.

Estamos un pasito más cerca de la final de Cardiff y estamos muy contentos. Me siento muy bien, me preparé para estar bien en la fase final del campeonato. Obviamente, hay que tener el punto de suerte también, porque las cosas están saliendo bien; no solo a mí, sino al equipo también”, reconocía el portugués tras recibir la camiseta honorífica de los 400 goles de la mano de su presidente Florentino Pérez, números desorbitantes para un jugador descomunal, leyenda viva del Real Madrid y del fútbol, del cual se hablará y pondrá en valor todo lo conseguido cuando se retire, que también será cuando su equipo más le eche de menos.

No obstante, a Ronaldo se le ha recriminado en más de una ocasión no participar en demasía del juego de su equipo. Es más, con los años parece más desconectado de lo que hacen el resto de sus compañeros con el balón, centrando sus esfuerzos en hincar el diente siempre que puede a la portería rival. Cuando el gol le es esquivo, es un debate recurrente hablar sobre su declive como jugador, que en esta temporada se ha traducido en pitos (un sector pobre) de su propia afición. “Sólo quiero que no me silben”, reiteró el portugués, todavía dolido con los que oyó en el partido contra el Bayern. Y es que cuando la puntería está afinada, poco se le puede objetar al hombre más letal de esta Champions, y de la Historia merengue.