Carlos de Blas
Cristiano Ronaldo se erigió como protagonista indiscutible
de la semifinal de Liga de Campeones entre Real Madrid y Atlético de Madrid
anotando los tres goles con los que el equipo blanco deja encarrilada su
clasificación para la final de Cardiff. De cabeza en el minuto 10, de volea en
el 73 y empujando un pase de Lucas Vázquez en el minuto 86. Así fueron los
tantos de este martes del astro portugués, que sumando los 2 de la ida contra
el Bayern y los tres de la vuelta, arrojan ocho goles en tres partidos
decisivos.
La exhibición del delantero de Madeira fue un reflejo de la
superioridad mostrada por el Real Madrid en todo momento. Con Isco en el once
titular en lugar del lesionado Bale, Zidane dispuso un dibujo en el que el
malagueño hizo de enlace entre el medio campo y el ataque. Bajando a recoger la
pelota a la zona de Casemiro, Kroos y Modric, las apariciones del '22' dotaron
de aire fresco y claridad la zona de creación blanca.
El Atlético, por su parte, quedó desdibujado. Saliendo a
aguantar, se encontró a un Madrid que no sólo buscó el balón sino que lo dominó
y trató con mimo. La circulación blanca se saltaba la presión alta y la pausa
con la que combinaba frenaba cualquier intento de contraataque rojiblanco.
Con esta situación, el Real Madrid se mostró contundente a
la hora de encarar el área de Oblak. El arquero rojiblanco tuvo que sacar a
relucir su talento demasiado pronto. En el minuto 7, una jugada de Carvajal
internándose en el área acabó con un chut con el exterior del lateral que blocó
en primera instancia el esloveno, pero que dejó la pelota libre a un cándido
Benzema que en boca de gol no terminó de acertar su oportunidad.
Esta doble ocasión abrió del todo el rodillo blanco, que no
paró de acosar a un Atlético encerrado en el área, dejando todos los rebotes y
despejes de nuevo a los pies de su rival. De hecho, una segunda jugada fue lo
permitió a Ronaldo anotar el primer tanto. Colgó Ramos un centro desde la
esquina derecha del área y el despeje le cayó a Casemiro, que en su intento de
chut con bote incluido envió la pelota al área pequeña, donde Ronaldo se elevó
por encima de toda marca para poner el 1-0.
Con el marcador a favor, el Madrid no pecó en su habitual
paso atrás teniendo ventaja y siguió buscando ampliar la herida del Atlético.
Oblak se sacó una mano espectacular al lanzarse hacia la cepa del poste para
evitar que el cabezazo medido de Varane fuera el segundo. Poco después, Navas
contestó a este particular duelo de paradones lanzándose con reflejos felinos a
por Gameiro cuando éste se encontró solo en el área tras un error por despiste
de Ramos y Varane junto a Koke, autor del paso.
Quitando este susto, la autoridad del Madrid en el campo era
incontestable. El ataque blanco centraba sus esfuerzos en la banda izquierda.
Marcelo, Cristiano e Isco se asociaban para aprovechar el "parche" de
Simeone con Lucas -zurdo y habitual central- como lateral derecho. En media
hora de partido, el Real Madrid chutó 10 veces, seis entre palos; el Atlético,
cero.
Los blancos seguían gustándose y no dejaban de crear
ocasiones. Hasta Benzema lo intentaba con una chilena que mandó la pelota
escasos centímetros por encima del larguero. Ese dominio provocó un exceso de
confianza en Carvajal y Casemiro, que con dos pérdidas provocaron lo más
cercano que tuvo el Atlético a una ocasión.
Justo antes del descanso, una caída de Carvajal le dejó
K.O.. Lesionado del muslo, el lateral blanco se marchó de inmediato a
vestuarios. Nacho aprovechó el descanso para calentar y ser su relevo en la
segunda mitad.
A la vuelta de vestuarios, Simeone trató de emular la
estrategia de Zidane y señaló la banda de Nacho como punto de entrada al área
de Navas. Con la entrada de Gaitán y Torres por Gameiro y Saúl diez minutos más
tarde, el argentino ponía sobre el tapete más velocidad que control. El
esfuerzo físico de Isco ya empezaba a notarse en la fábrica de juego blanca y
Zidane reacción con la entrada de Asensio por el malagueño. Simeone mantuvo su
"all in" y metió a la vez su último cambio: Correa por Carrasco. Era
el minuto 67 y el Atlético aún soñaba con meter un gol que les devolviera a la
eliminatoria.
Con la frescura de Asensio, el balear retomó el papel de
Isco y siguió desequilibrando desde la banda izquierda de ataque. Fue desde ese
lugar en el que volvió a comenzar todo en el segundo gol blanco. Benzema
recibió de espaldas en la frontal, logrando zafarse con elegancia de Godín para
ceder a la derecha a Cristiano, que dentro del área dejó botar la pelota para
empalmar una volea que certificó el 2-0 (minuto 73).
Un partido dominado de principio a fin, pero que con quince
minutos para el final y con el Atlético de por medio no permitía el mínimo
despiste. La versión más seria de los blancos se mantuvo. En el '80, la
proporción de tiros era de 13 para el Madrid por 3 del Atlético, ninguno de los
cuales fue sinónimo de peligro, un dato que reflejaba a la perfección la concentración
y persistencia de los jugadores de Zidane.
Para el tramo final, el Atlético intentó con empeño irse
arriba, lo que abrió la puerta del contraataque al Real Madrid. Y en uno de
ellos, Lucas Vázquez, que entró por Benzema, se abrió paso por la dercha para
llegar a línea de fondo y asistir a Cristiano Ronaldo, que siguió la jugada y
se posicionó dos pasitos atrás para embocar la asistencia. Firmando el
'hattrick', Ronaldo firmó una de esas actuaciones para el recuerdo y dejó al
Real Madrid a un paso de Cardiff, donde el 3 de junio -partido de vuelta
mediante- buscará lo aún no ha hecho ningún equipo: reeditar un campeonato de
Liga de Campeones (que no Copa de Europa, donde las cinco consecutivas le
contemplan).