El
Sevilla, después de empatar 2-2 en el estadio del Betis, selló su billete para
la próxima edición de la Liga Europa, competición de la que se despidió el
Getafe tras perder 0-1 ante el Atlético, segundo en la clasificación por
delante del Real Madrid, que goleó 6-0 al Celta.
Los
principales focos de la jornada apuntaron a dos sitios: el Benito Villamarín y
el Coliseum Alfonso Pérez, donde Sevilla, en un duelo al rojo vivo con el
Betis, y el Getafe, incapaz de ganar jamás a un Atlético dirigido por Simeone,
se jugaban en 90 minutos la séptima plaza y última con acceso continental.
Al
final, el Sevilla se llevó el gato al agua después de sufrir ante su gran
rival, que en el choque de ida le propinó un humillante 0-5. El empate fue
suficiente para aventajar al Getafe en tres puntos y, con la diferencia de
goles a favor, se adjudicó la posición para la que fue contratado Joaquín
Caparrós. El técnico del Sevilla ha conseguido enderezar el mal rumbo que
llevaba su equipo antes de su llegada. En el Benito Villamarín, culminó su
trabajo pese a iniciar el duelo con un tanto de Marc Bartra en los primeros
minutos después de cabecear una falta sacada por Joaquín. Ya en la segunda
parte, Ben Yedder empató el duelo con un tanto extraño en una jugada con un
resbalón y un rebote que favoreció al francés para hacer tablas. Después, a
once minutos del final, el danés Simon Kjaer adelantó al Sevilla y luego Loren
evitó la derrota del Betis. Todos acabaron contentos, el Betis, que aún puede ser
quinto y no perdió con su vecino, y el Sevilla, que aseguró la séptima plaza.
Lo
logró porque el Getafe no pudo con el Atlético. Sin duda, con Simeone en el
banquillo, es su "bestia negra". En 13 partidos entre Liga y Copa, ha
sumado dos empates y once derrotas con 26 goles en contra y ninguno a favor. De
antemano, eran datos poco halagüeños que se ampliaron tras la victoria por 0-1
con un gol de Koke Resurrección en la primera parte. En un duelo muy trabado,
con muchas faltas que podrían haber perjudicado al club rojiblanco a pocos días
de disputar la final de la Liga Europa ante el Olympique de Marsella, entre
Koke y el esloveno Jan Oblak, que paró un penalti al marroquí Fajr, acabaron
con el sueño del Getafe. Fajr falló la séptima pena máxima del Getafe esta
temporada, en la que ha dispuesto de hasta once lanzamientos. Si hubiera
marcado, el club azulón habría tenido opciones en la última jornada de jugar en
Europa. Pero no fue así y el Atlético, además, se mantiene en la segunda plaza
que se jugará con el Real Madrid el último día.
El
equipo de Zidane, sin Ronaldo y sin Sergio Ramos, con el regreso de Isco
Alarcón tras superar una lesión y con una gran actuación de Bale, pasó por
encima del Celta (6-0) en un encuentro trámite a dos semanas de la final de la
Liga de Campeones. Bale se reivindicó de cara a la final con dos buenos goles,
sobre todo el segundo, que obligará a Zidane a meditar si el galés merece un
hueco contra el Liverpool. Isco también llamó a la puerta de la titularidad con
otra actuación sobresaliente y con una obra de arte en su tanto, el tercero. El
Real Madrid, afina la maquinaria para el asalto a la decimotercera Copa de
Europa.
En
Riazor, el Villarreal ahondó en la herida del Deportivo, que brindó a sus
aficionados una derrota en su último partido en Primera división ante ellos.
Aunque tuvo un arranque de dignidad en la segunda parte, con dos goles de Borja
Valle, dilapidó los puntos en un primer acto errático. En los 45 minutos
iniciales, el cuadro castellonense no tuvo piedad y, en una primera parte
eléctrica cimentó los puntos con los que se mantiene en la quinta plaza. Primero,
con un golazo de Samu Castillejo, que quitó las telarañas de la escuadra
derecha de la portería defendida por Rubén Iván Martínez con un disparo desde
fuera del área; después, acertó Manu Trigueros, tras cabecear un centro de
Mario Gaspar; y, de nuevo, Castillejo, al borde del descanso, hizo el tercero.
Mientras,
en Anoeta,la Real Sociedad vivió un día emotivo por las despedidas de Xabi
Prieto y Carlos Martínez. Ni el conjunto vasco ni el Leganés se jugaban nada y
el foco apuntó a dos jugadores que disfrutaron de una despedida a la altura de
su carrera. Los dos llegaron al primer equipo procedentes de la cantera. Han
sido un par de hombres de club. Carlos Martínez ingresó en la primera plantilla
en la temporada 2009/10 y Xabi Prieto en la 2003/2004. Su entrenador, Imanol
Alguacil, tenía reservado para ambos su momento de gloria. Empezaron el duelo
en el banquillo y en los diez últimos minutos entraron en el campo para
sustituir a Juanmi Jiménez y a Álvaro Odriozola. El resultado final, 3-2, con
goles de Mikel Oyarzabal, Sergio Canales y Willian José de penalti para la
Real, y de Diego Rico y de Miguel Ángel Guerrero para el Leganés, fueron lo de
menos. Lo mejor vino después del encuentro, cuando Xabi Prieto y Carlos
Martínez disfrutaron de un pasillo, una vuelta de honor y un manteo con los que
fueron reconocidos por aficionados, jugadores y técnicos. La afición del cuadro
donostiarra coronó el momento cantando el himno de la Real a
"capella".
En
Éibar también se vivió otro día de despedidas en otro partido intrascendente.
Se marcharon dos jugadores clásicos del club, Dani García y Capa, y el
resultado 1-0 ante Las Palmas, con un gol de Charles, fue el mejor homenaje
para dos hombres que fueron ovacionados.
El
Valencia, después de seis partidos sin ganar, por fin se resarció con una
victoria. La consiguió a domicilio frente al Girona con un solitario tanto de
Luciano Vietto. El cuadro catalán, sólo ha ganado uno de los últimos ocho
encuentros que ha disputado. Los hombres de Pablo Machín, acabarán mal su buena
temporada.
En
Vitoria, el Alavés celebró la renovación de Abelardo Fernández con una victoria
sobre el Athletic (3-1) con la que aseguró acabar la Liga por encima de sus
vecinos. José Ángel "Cuco" Ziganda, por contra, inició su despedida
del banquillo rojiblanco con una derrota. Lo mejor del encuentro, el golazo de
falta de Munir El Haddadi.
Por
último en el Ciudad de Valencia, el cuadro de la ciudad del Turia sacó los
colores del actual campeón, que tuvo tiempo de maquillar el resultado para un
5-4 final, que supuso la primera derrota del equipo de Ernesto Valverde que
echó muchísimo de menos que Messi no jugara, no pudiendo cerrar así una Liga
sin caer derrotado en alguno de los 38 partidos.