Aránzazu Gálvez
El Barcelona cerró su ciclo invicto. Contra pronóstico, el
Levante se convirtió en el primer verdugo de la escuadra barcelonista desde que
el Málaga, en la temporada anterior, derrotara a los azulgrana un 8 de abril de
2017 (2-0). Desde entonces, 43 partidos (un año y cinco semanas) sin manchar el
casillero de partidos perdidos, desglosados en siete jornadas de la campaña
16-17 y 36 de la 17-18 a punto de ser clausurada.
El Barcelona de Ernesto Valverde y, antes, de Luis Enrique
toma el relevo como equipo con más encuentros sin perder que poseía la Real
Sociedad entrenada por Alberto Ormaetxea (38 partidos imbatido entre las
temporadas 78-79 y 79-80). Aquella Real que en la 80-81 y en la 81-82 se
alzaría con sus dos campeonatos ligueros. Su imbatida secuencia anterior daba
muestras de modo anticipado de un bloque que muchos niños de entonces recitaban
como el padrenuestro. Arconada, Celayeta, Zamora, Perico Alonso, Satrústegui o
López Ufarte conformaron un equipo con unos honores que no tenían mucho que
envidiar de los Ter Stegen, Piqué, Busquets, Iniesta, Messi o Luis Suárez.
Si el delantero ghanés Boateng fue el principal artífice
del fin del récord del Barcelona con sus tres goles, aquella mítica Real
Sociedad vio interrumpida su ristra de choques sin perder por dos goles del
delantero argentino sevillista Bertoni. Fue un 8 de mayo de 1980 y el Sevilla
se impuso en el Ramón Sánchez-Pizjuán por 2-1 cuando faltaban dos jornadas para
el final de la competición. El joven López Ufarte se hartó de llorar en la
caseta del estadio nervionense, pero no por haberse truncado la extraordinaria
marca, sino porque el conjunto donostiarra se quedaba sin opciones, con esa
derrota, de ganar su primera Liga.
El registro del Barcelona no es un caso insólito en el
fútbol europeo. Un vistazo a las ligas de los países vecinos deja entrever
rachas no menos meritorias que la lograda por el conjunto azulgrana de Luis
Enrique y Valverde.
En la cúspide de los registros continentales luce el Milan
de Fabio Capello, que no perdió después de 58 jornadas ligueras entre las
temporadas 1991 y 1993. Aquel equipo de Baresi, Maldini, Rijkaard, Ancelotti,
Gullit o Van Basten cayó derrotado finalmente ante el Parma con un tanto de
Asprilla.
Al equipo rossonero le sigue el Bayern Múnich de Jupp
Heynckes y Pep Guardiola, que se mantuvo sin hincar la rodilla un total de 53
jornadas entre los años 2012 y 2014. De Baviera a las islas británicas, en las
que el Arsenal de Arsene Wenger acumuló 49 partidos ganados entre 2003 y 2004.
De nuevo en el continente, en Francia, el escalón más alto del podio lo ocupa
el PSG de Laurent Blanc con 36 choques entre 2015 y 2017.
En las competiciones menores, las cifras se multiplican. Ahí
cabe destacar, como anécdota, los periodos hegemónicos del Steaua de Bucarest
(1986-89) de Belodedici, Boloni, Lacatus o Balint: 104 partidos invicto. Y más
cerca de casa, los 88 partidos sin perder del Lincoln gibraltareño entre 2009 y
2014. Pero eso ya es otra historia... y otro nivel.