Antonio Blanca
Antoine
Griezmann tiene los días más contados en el Atlético de Madrid. Es a lo que
parece abocado un caso en el que, salvo trucos legales (el Atleti pretende
mantener el precio del futbolista en 200 millones para el Barça), quedará visto
para sentencia a partir del 1 de julio, cuando su cláusula sea de 100 'kilos'.
Una salida que deja un doble boquete en el Metropolitano. El primero, obvio, el
deportivo. Parece complicado que los de Simeone vayan a encontrar, de partida,
un futbolista tan top como el francés. Al igual que sucedió en su día con el
propio 'Principito', tocará buscar un buen jugador y convertirlo en un clase
mundial bajo el cincel del Cholo. El otro boquete tiene que ver con los
ingresos que dejará el francés. Es la cara B del caso.
Porque
el Atlético de Madrid no recibirá todo el dinero que suponga la salida de
Griezmann. El 20% lo perderá y se marchará rumbo a Donosti. Cuando la Real
Sociedad vendió a su entonces jugador al Atlético firmó que se guardaría ese
porcentaje, una quinta parte, de cualquier futuro traspaso del ariete. Era la
'venganza' txuri-urdin a un proceso complejo. Complicado.
En
aquella operación fue el Atleti el equipo que, como ahora está haciendo el
Barça, presionó de mil y una maneras para quitarles a Griezmann a la Real. Lo
logró. Por 30 millones de euros y ese pacto del 20% que ahora le reportará,
mínimo, otros 20 a la arcas vascas. Negocio redondo. Para los de Anoeta, se
entiende.
Porque
para el Atlético será de todo, menos redondo. No solo por perder a su mejor
futbolista, sino por hacerlo a precio de saldo (100 millones) y dejar menos
dinero todavía (80) en sus cuentas. Es, en todo caso, el peaje colchonero al
pacto que cerró la temporada pasada con el ariete, cuando estuvo a punto de
irse al Manchester United.
Con
el veto FIFA vigente, la directiva colchonera le pidió que se quedara un año
más. El delantero aceptó a cambio de que su valor menguara un año más tarde y
su ficha se disparara en esta temporada. Así ha sido. Y como se vaticinaba
entonces, también parece que el ariete dejará el club cuando termine el curso.